La resistencia se demuestra tocando

Resistencia Suburbana presentó “Cosas que nadie oía” en el Teatro Flores. Flores eran las que abundaban en el ambiente, en las melodías y las letras.

La previa se fue preparando con proyecciones de videos, que prepararon a los presentes para lo que se venía. Luego, con el puño en alto salió Luis Alfa, el cantante -de rigurosas rastas- a las nueve y cuarto de una noche otoñal. Y se llenó el aire con su fidelidad al estilo, pero sin ser copia de nadie. Con sus letras combativas, sin denunciar porque sí y siendo claros en los reclamos de carácter social.

Y si bien la ocasión por la que se llenó el Teatro fue la presentación del nuevo disco, pasearon por sus 4 discos anteriores (Cuentas pendientes, de 1996; Resistencia + IVA, del 2000; La unión verdadera, 2003 y Cuentas pendientes del año 2004), de una manera tal que supieron mantener el show al palo –dentro de lo que el reggae permite- durante las más de 2 horas del recital.

“¿Y? ¿Les gustó el disco nuevo?”, dijo Luis, antes de tocar el tercer tema de la noche. Luego de “Represión”, “Larga vida al Reggae”, y “Hermano”, vendría la única invitada de la noche: una pequeña y potencial rastafari, de unos 8 años, que se subió al escenario y cantó “Rastone”, un auténtico himno a la fusión de estilos disímiles.

Hacia el final, un set experimental de percusión que le colocó el moño a una presentación de un disco que hay que conseguir para seguir resistiendo.