100 fuegos hacia el cosmos

Desde el alto escenario del, también boliche bailable, “Niceto Club”, se podían divisar múltiples cabezas aguardando la salida de la banda, que cerca de las once de la noche apareció en escena con el tema inglés “ Love will tear us appart ”, de su tercer disco “Hacia el cosmos”.

Entre los primeros de la noche estuvo el cover del tema de Hilda Lizarazu “Amapola”, interpretado por un amigo e invitado de la banda originada allá, por el año 83’.

De a poco la gente comenzó a familiarizarse con el ambiente, tal fue así, que promediando el recital, los saltos y el pogo eran constantes en los metros más próximos al escenario. Eso generó que el tipo de público comenzara a rotar en la sala, los tacos y los pantalones ajustados que se observaban en la puerta fueron corriendo hacia atras y a los costados para dar lugar, en el frente, a los de bermudas a la altura de la rodilla, musculosas y zapatillas.

Gran conocimiento de las tablas demostraron tener los cinco integrantes de la banda exceptuado el incidente del guitarrista, Hernán Bazzano, quien cortó tres cuerdas de su viola. Durante el transcurso del recital se dedicaron a cantar y moverse de manera muy efusiva, sobre todo el cantante y ex Fabulosos cadillac’s, Sergio Rotman, quien insistió con mover su cabello con el simple impulso del resto de su cuerpo...en pocas palabras: un sacado el hombre.

Con un Niceto lleno, el fervor de la gente comenzaba a penetrar en la piel de los músicos, quienes lograron su clímax musical con el tema “Hacia el cosmos ”. Allí se pudo apreciar una excelente conjunción entre sonido, luces, la misma banda y el público. Un instante de éxtasis en la noche fueguina.

Cerca de la media noche se produjo un receso de unos cinco minutos y al regresar interpretaron el tema “Millón de nada”.

Tras abandonar varias veces del escenario, concluyeron su único recital del año (sucede que algunos de los músicos se van de gira con la cantante Mimi Maura ), con el tema “Dr. Lee” . Para ese entonces, no había corbata ni cuerda que opacaran el excelente desempeño de la banda 100 Fuegos.

Particularmente, experimenté un nuevo estilo de música. No nuevo en sentido musical, sino que no había tenido la oportunidad de escuchar a la banda. Pero me quedo con la asombrosa imagen de la unión que presenta la banda, de lo mucho que demuestran conocerse y de lo bien que suenan en vivo, pese a tocar en un boliche, para mi, no apto para bandas musicales. No por un problema de capacidad, sino de acústica.