Todos quieren gloria

Catorce años después de que Viviendo urgente (2005) viera la luz, el guitarrista de origen uruguayo volvió al estudio y editó Gloria, publicado en las redes en mayo de este año, donde apostó a experimentar con el aporte de la tecnología para lograr nuevas sonoridades, sin abandonar el espíritu sempiterno que las seis cuerdas dan al Rock y, por supuesto, a la obra del músico.

Gabriel Carámbula decidió mostrar en sociedad su quinto registro en el Teatro Sony donde, sin preámbulos, comenzó con la pista que da nombre al disco y aprovechó para hacer una sección en la que exhibió otros tracks del novísimo material, seguido por otra parte de la lista en la que repasó otros clásicos de su carrera solista y algunos de su anterior banda en la que participó durante la década de 1990, Los Perros Calientes.

Acompañado por una formación clásica de rock and roll (batería, bajo, guitarra y teclados) continuó con “Fantasma”, “Blues del auto nuevo” y “Sólo dame un poco”. Esta última en su versión de estudio contó con la presencia de una antigua socia, Fabiana Cantilo, “acá debería estar Fabi pero como no está, entonces la canto yo”, sentenció el guitarrista.

Dos canciones más de su último LP siguieron antes de la transición a la segunda parte del concierto en el que la agrupación se quedó improvisando en el escenario mientras Carámbula se cambió la remera, la que puede verse en la fotografía que ilustra la tapa de su flamante álbum. Cuando regresó a las tablas interpretó “Quiero divertirme”, de Sólo buenos momentos (2001).

Después siguió la rocanrolera “Wooly Bully”, que originalmente editó junto a su anterior grupo en 1991 y que regrabó junto a un viejo amigo, Juanse, ya como solista, en la placa de 2001. Otro track de Los Perros que trajo a la ocasión fue “Sólo busco sorpresas” y rescató dos canciones de su debut en solitario de 1997, “Enloquecerte” y “Salgo a recorrer”. Además, incluyó una dedicatoria a su madre, que fue “Bajo la rambla”, aquel famoso cover de los Rolling Stones que el ex Perro versionó en español y que tuvo amplísima difusión en la década del ‘90.

El público aplaudió y acompañó con coros en el trascurrir de la lista, hasta pedirle una más. El artista les regaló un bis que fue “Fiesta cervezal”, emblemática canción originalmente de Pappo’s Blues, en la que la voz fue entonada de manera colectiva, es decir, por toda la audiencia mientras el músico y su banda hacían lo propio desde las tablas.

Un show compacto, pero contundente, dejó en claro que el rock sigue presente con mucha fuerza en la vida y obra de Gabriel Carámbula. Tuvo el tiempo suficiente para elegir canciones que resultaron en un disco nuevo en el que incluso se animó a experimentar con otros sonidos, a partir de la influencia de la tecnología. Sin embargo, la guitarra no se abandona y demostró que siempre será imprescindible.