2 Minutos
Revancha a puro clásico
17 de Agosto, 2018
El último viernes 2 Minutos repasó sus 31 años de trayectoria frente a un colmado Niceto Club. Pudieron tomarse revancha del fallido show en Salta de hace un semana en el que sólo llegaron a tocar tres canciones.
En el escenario hay uno que desentona. Los músicos están todos de traje pero sobre las tablas hay un muchacho, con una gran sonrisa, con remera de Ramones. Se sube un patovica para bajarlo pero Walter “Mosca” Velázquez frena en seco al musculoso y le dice que lo deje, que está todo bien. El pibe, agradecido, se queda hasta que termina el tema. Apenas se apaga la música saluda a la banda y se baja, sin que nadie le tenga que decir nada. Así se maneja un escenario punk (el que sea, en realidad), con respeto. La secuencia sucedió el último sábado en Niceto Club mientras 2 Minutos continúa su gira en la que festejan los 31 años de trayectoria.
La historia de la banda se forjó en los duros años del menemismo, y las letras evidenciaban las vicisitudes diarias de los y las jóvenes de esa época. El verdadero rock barrial inaugurado por ese glorioso debut llamado Valentin Alsina (1994). Razzias, gatillo fácil, violencia institucional, una justicia anti popular, peleas en la cancha y las calles, mucho alcohol, penurias para los jubilados. Suena bastante actual también, ¿no?. 31 años después, y mucha cerveza además, pero la calle y el país siguen iguales.
La noche había arrancado con Clinch, la banda del luchador de artes marciales mixtas Nicolás “Picante” Ryske. El nombre de la banda hace alusión, claramente, al “abrazo” entre peleadores durante las peleas. Los Putos, el grupo de Pablo “Blinsky” Coll y Maikel de Luna Campos, guitarristas de 2 Minutos y Kapanga, respectivamente, también llenaron el aire de punk rock en la previa del gran show. “Maikel no está porque se fue a tocar cuarteto”, se rió Blinsky desde el escenario.
Apenas pasadas las 23 aparecieron en escena los integrantes de 2 Minutos vestidos de traje. Lógico, para los cumpleaños, al ser una ocasión especial, hay que vestirse elegante. “Vomito bar”, de Antorchas (2000), dio inicio a la andanada de hits que la banda desplegó durante toda la noche. Algunos problemas con acoples que poco parecieron importarle a la gente que pobló Niceto Club. Impresiona cómo Mosca ha logrado conservar su voz intacta luego de 30 años llenos de alcohol, estupefacientes y mucho punk rock
También hubo problemas con que las luces daban muy fuerte sobre el escenario, o así lo reclamó Blinsky durante todo el recital. No faltó casi ningún clásico, sonaron: “Amor suicida”, “Pandora box”, “Demasiado tarde”, “Valentín Alsina”, “Otra mujer”. El punto más alto llegó, claro, con “Ya no sos igual”, ese himno contra el amigo que se hizo policía (bastante actual también con la cantidad de nuevas policías que existen).
A las 00.30 el show terminó con la canción “2 minutos” y los amigos de la banda sobre el escenario cantando y saltando. Mosca pareció quedarse con ganas de seguir tocando porque se quedó solo sobre las tablas como esperando que volvieran sus compañeros para algún bis. Pero al parecer desde Niceto los apuraban para que terminaran y dejaran el espacio, por lo que, resignado como un chico al que no lo dejan seguir jugando, Mosca debió irse. El cariño de la gente se da por actitudes como esta y como la del primer párrafo, con un frontman real y sincero, desde hace más de 30 años.
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