Hacia donde vas

La primera parte de la fecha tuvo el aporte de Juan Barrueco, guitarrista de Alma y Vida -banda pionera del rock fusión en los años 70-, quien interpretó versiones de clásicos de jazz, bossa nova y hasta chacareras. Estuvo acompañado por una corista, una segunda guitarra, bandoneón y batería.

Luego del breve paso del integrante Barrueco, finalmente subieron a las tablas Guillermo “Guile” Ricciardi -voz, guitarra y armónica-, Francisco Valverde -batería-, Guido Donato -guitarra-, los hermanos Gaspar y Alejandro Sanfilippo -bajo y teclados respectivamente- y Gustavo Ricciardi -coros, percusión y hermano del cantante-.

Pasado y Hoy es el nombre de este primer disco, publicado en 2018, donde hay varias canciones que hablan del viaje que una persona atraviesa en su vida que incluyen emociones, relaciones, influencias, el barrio y un cúmulo de experiencias. No es casual, entonces, que iniciaran el show con “Viaje a las estrellas”, seguida por “Polvo del camino” y “Ropa sucia”.

La sala se transformó en un living gigante, donde cada quien tenía su mesa o bien se quedaba de pie con la sensación de que la música era la que contaba las diversas historias. Cada vez que terminaban los aplausos, entre los temas, se escuchaba la hinchada que arengaba a los músicos que mostraron una prolijidad notable en el sonido a lo largo de todo el concierto.

El momento más íntimo de la presentación fue con el cambio de set, donde Guile Ricciardi quedó solo en el escenario con su guitarra. Así, aprovechó para contar a la audiencia cómo se gestó la banda, los comienzos de su carrera y los acontecimientos personales que lo llevaron a registrar este disco en este tiempo. Con un arreglo totalmente acústico, tocó “Ven a ver”.

Los invitados de la noche fueron dos colaboradores en el proceso de producción del disco. Para interpretar el tema que da nombre a la placa sumaron a Guillermo “Willy” González, quien trabajó en la grabación y mezcla. El segundo invitado fue Felipe Barrozo, productor y arreglador de las guitarras durante la grabación de estudio, que participó en los dos temas del cierre, “Quemar” y “El Carpo”. Este último, un claro homenaje al enorme Norberto “Pappo” Napolitano.

Un sonido con influencias del rock clásico nacional e internacional, pero con identidad propia, muestra a una banda que se encuentra en un proceso de crecimiento con mucho futuro. El trabajo en la ejecución instrumental y las composiciones poseen simplicidad y al mismo tiempo sinceridad, que exponen a estos músicos tal como son: un grupo de amigos y hermanos que comparten un viaje, amistad y pasión por su arte.