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Cosquín Rock México

¡No dejes que llueva!

Cronista: Ariel Andreoli | Fotos: Gentileza: Prensa

09 de Junio, 2018

¡No dejes que llueva!

Se celebró la edición 2018 del Cosquín Rock mexicano con mucha presencia argentina y una tormenta eléctrica que sorprendió al calor, obligando a que las últimas bandas toquen al día siguiente y dejando al público sin la posibilidad de ver a Babasónicos y Attaque 77.

Cuando el calor azotaba los cuerpos y la música cumplía con todas sus expectativas, una sorpresiva tormenta eléctrica convirtió todo en calabaza y los sets de los artistas que cerraban el festival debieron posponerse para el día siguiente. Eso sí, ya no tocaron las bandas argentinas que faltaban.

Día 1: Viento dile a la lluvia.

Guadalajara se encontraba un tanto convulsionada con tanta juventud dando vueltas. A pesar del calor intenso que se jacta de tener esta zona en ésta época del año, las remeras negras invadían la zona del Calle 2, una especie de Tecnópolis mexicano.

Desde temprano, bandas como Gondwana, Kapanga y Turf estuvieron calentando los motores y a los primeros curiosos que se acercaron, quienes a las 16.30 disfrutaron de Ciro y los Persas. En Argentina sería impensado que el ex líder de Los Piojos suba tan temprano, pero en México tiene un pequeño séquito de fans que quedaron más que complacidos con varios hits de su etapa solista.

En el escenario Dulces Vero, los locales Vaquero Negro hicieron una presentación muy destacable, a pura fuerza y destreza, concretando uno de los mejores sets de todo el Cosquin Rock México.

Las Pastillas del Abuelo arrancaron en el escenario principal apenas terminó Ciro. Mucha energía, un setlist pegadizo y dejando el sonido rioplatense de la década pasada en alto, para que No Te Va Gustar siga demostrando su buen presente. Los (casi todos) uruguayos dieron un show conciso pero contundente. Por esa razón, los varios fans que se acercaron a Guadalajara le dieron su aprobación a la presentación festivalera de NTVG.

En otro escenario, el ska reggae de los Afro Brothers puso a la gente a bailar y a festejar todos los temas de la banda. Mientras tanto, una nube negra asomaba con bravura. Y al fin, cuando en el escenario Cosquin Rock MX sonaron los primeros acordes de los mexicanos de Porter, una balacera de agua comenzó a caer desde el cielo, obligándolos a retirarse del escenario.

En el medio del predio, una carpa gigante supo ser el aguantadero rockero para soportar la lluvia y el constante granizo que invadía la zona, y también para esperar una respuesta de cómo iba a seguir el festival.

La gente le puso mucha onda al mal clima dentro de la carpa. Hacían sonidos para intentar echar la lluvia, cantaban canciones de rock o populares mexicanas, hacían pogo y, sobre todo, llenaron de dinero a los vendedores de cerveza que como "cocaleros", giraban con sus vasos de litro de cerveza Corona (auspiciaba el festival) arriba de sus cabezas.

Toda daba a entender que se suspendería. Las pantallas de los escenarios empezaron a romperse debido a la fuerza de los vientos y varios stages estaban completamente mojados, deambulando entre las inundadas zonas cercanas a los escenarios, poniendo así en riesgo sus vidas. Los rumores de suspensión fueron confirmados más de dos horas después por el personal encargado del control.

"Mucha policía, poca diversión", cantaba Eskorbuto, casi como una predicción. Así fue como fuerzas locales, estatales y nacionales se metieron dentro del predio y sacaron a la gente que se había quedado esperando, de una manera tan poca ortodoxa, como también lo había sido el cacheo de la entrada. Algo innecesario con el clima hostil que se vivía.

La salida fue un tanto caótica. La lluvia y el frío no cesaron pasada la medianoche y varios lugares cercanos habían quedado sin luz. Una obra hidráulica anexa complicó una de las salidas del festival, y algunos colectivos y taxis optaban por no parar. Cuando alguno paraba, la mejor opción era salir rápido hacia un lugar más céntrico, ya que la zona se había convertido en una boca de lobo.

Día 2: Sale el sol y no te puedo encontrar...

La ciudad que acobija al equipo de las Chivas amaneció con mucho calor, como si el día anterior no hubiera existido. La noche anterior, las redes sociales anunciaron que el festival se completaría el domingo desde la media mañana, pero sólo con bandas mexicanas: Inspector, Molotov, Porter, Mon Laferte y Maldita Vecindad.

Sí. Dos de los platos fuertes argentos (Babasónicos y Attaque 77) no se presentarían. Por lo que se supo después fue por una cuestión de logística, vuelos y traslados. Si bien causó mucha tristeza en los fanáticos, Attaque 77 prometió volver poco antes de fin de año, mientras que Babasónicos visitará varias ciudades del norte mexicano a fin de este mes.

El predio abrió las puertas a las 10, y una hora después los Inspector ya estaban sobre el escenario haciendo de las suyas. A las 12 bien puntual subieron los eternos Molotov. Con su rock salvaje y sus letras combativas, siguen vigentes y siendo uno de los máximos exponentes de su país. No pasaron por alto las elecciones del próximo 1 de julio en el país ni de la gente que muere a diario por cruzar la frontera. Por eso, canciones como "Gimme the power" y "Frijolero", además de ser clásicos, fueron contados por todos los presentes de una manera pasional.

A su término, Porter se tomó revancha de la noche anterior y puso primera en su recital con canciones muy al estilo Zoé (una de las bandas más convocantes) pero más experimentales. La penúltima en la grilla fue Mon Laferte, la Amy Winehouse mexicana. Junto con su banda, fue la favorita de la troupe femenina (nunca se cansaron de acompañar cada una de sus canciones). Además, se llevó los aplausos y halagos de toda la masa presente, porque rockeó como nadie y se comió el escenario. Y para no perder su personalidad simpáticamente provocadora, el palazzo fue para el cordobés organizador del evento: "Me encanta el festival pero... ¿Por qué una sola mujer en el escenario? En México hay muchísimas mujeres que cantan muy lindo". Lo dijo apenas comenzado el show y lo repitió sobre el final. Girl power.

El final del festival llegó de la mano de Maldita Vecindad. En las dos jornadas, sus fanáticos hicieron sentir la localiza con sus remeras paseando por el predio. La primera parte del show estuvo dedicada a El Circo (1991), un disco clave de la banda, que ya tiene más de 25 años. Con su fusión de géneros, hizo bailar y armar unas lindas rondas de pogos, previo a unas corridas en círculos.

Sobre el escenario, Roco, el cantante de la banda, explicó cada una de las canciones y le dedicó varias de ellas, a los 43 estudiantes desaparecidos durante el Gobierno de turno. Además, un grupo circense echaba fuego, tragaba sables o bailaba en zancos, según la canción. El tramo final del show tuvo un mix de canciones de todas las épocas de la banda.

La salida fue mucho más tranquila que el día anterior, y la lluvia dio tiempo para que el evento terminara. Una hora después, Guadalajara sufrió otra tormenta terrible que dejó parte de la ciudad inundada y con granizo decorando de blanco todas las veredas, por la cantidad que cayó. Horas después se supo que era un huracán que azotaba desde el océano Pacífico, y traía sus consecuencias a la Ciudad.

El segundo Cosquin Rock MX tuvo sus complicaciones y dejó con un sabor amargo a parte del público por la ausencia de dos bandas consagradas como Babasonicos y Attaque 77. El cambio de fecha  (el anterior había sido en febrero) para la época de lluvias le jugó una mala pasada a la organización, que de todas maneras, se las arregló para darle un buen cierre al festival nacido en la ciudad que lleva su nombre, en la provincia argentina de Córdoba.

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