Barajar y dar de nuevo

Luego de más de 20 años ininterrumpidos, Fernando Ruíz Díaz decidió hacer un parate en Catupecu Machu. Ni siquiera había frenado la maquinaria cuando Gabriel Ruíz Díaz hace 12 años atrás sufrió un accidente que lo dejó con graves secuelas neuronales. Pero parece que ahora llegó ese momento en el que el frotman inició un viaje introspectivo para darle vida a Vanthra, un proyecto que tiene como hilo conductor a su pequeña hija, por quien creó el tema “Vanthra Lila”.

El viernes por la noche, Ruíz Díaz sacudió La Trastienda junto a Pape Fioravanti en percusión y Charlie Noguera, quien por muchos fue el road manager de Catupecu y hoy se encuentra frente al escenario.

El repaso por Capítulo 1 (2018) arrancó con “El desierto de Dios” y “Siempre”. Si bien se perciben como propuestas nuevas, es inevitable el nexo con Catupecu, ya que en este nuevo disco aún quedan fragmentos finos de ese proyecto.

El momento emotivo vino cuando Fernando, antes de hacer “A veces vuelvo”, comentó que llevaron a Gabriel a un ensayo y cuando entonaron el tema, el bajista sonrió y levantó la mano como “signo de aprobación”. De inmediato los presentes aplaudieron mientras coreaban el nombre del músico. La parte catupequera se completó con “Magia veneno” y “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”.

La sorpresa de la noche llegó con una versión de “uno de los mejores temas del rock nacional”, según Ruíz Díaz, que fue “Ella vendrá”, el clásico de Don Cornelio y la Zona, banda de culto de los ‘80 con la inconfundible voz de Palo Pandolfo. “Canción sola” llegó antes de “Bailan los diablos”, que dejó retumbando las paredes del recinto de San Telmo,para luego dar paso a la emoción del público y los músicos a la hora de despedirse.

La intención de Vantrha es hacer algo distinto. En el viaje introspectivo, ese objetivo está logrado, pero en ciertas melodías aún persisten los sonidos conocidos, algo que tal vez se irá puliendo en los próximos capítulos que la banda aún tiene para escribir.