Antonio Birabent
Varietales pop en el Club del Vino
Cronista: Gentileza: Gaston Magallanes | Fotos:
Gentileza: Ro Diaz
14 de Diciembre, 2005
Antonio Birabent desenfundó nuevamente la guitarra en estas pampas y se arrimó a tocar en el reducto de Palermo ante un nutrido grupo de espectadores
El cantante y guitarrista regresó de España para presentar varios temas de su última producción Tiempo y Espacio.
La vieja (y reformada) casona de la calle Cabrera fue la anfitriona para pasar una velada íntima que, además, nos regaló sutiles aromas de añejos vinos. Pasada la medianoche del viernes, en un escenario apenas alumbrado con una tenue luz roja, salió a escena Antonio. Con una fender stratocaster roja abrió el concierto con 40 noches, tema de su reciente CD. A este le siguió Orillas. Interpretación que realizó con una guitarra criolla y armónica. Mientras tanto, se iba incorporando la banda. Para Orbito estuvo, además de la criolla, un cajón y un bajo.
La apertura configuró una especie de mini set acústico, en el cuál, se pudo apreciar el impecable sonido del lugar. Mientras se descorchaba algún Bonarda Nouveac de San Rafael o un Malbec de Luján de Cuyo, los músicos se fueron tornando más eléctricos.
Así fue que interpretaron Mujer de Arrabal, La puesta de sol y Altas cumbres. Con letras muy bien trabajadas. La banda interpretó sólo seis temas del disco que estaba presentando. Fueron catorce, las canciones que repasaron la historia musical del artista. Hubo producciones de Anatomix, Buenos Aires (disco anterior), Cardinal y Azar.
Con Altas cumbres cambia un poco el nivel melódico. Se pusieron más roqueros. Al igual que con el legendario Bienvenidas seas. Para esta instancia a los músicos se los veía más sueltos, como disfrutando más del show que estaban brindando.
Las primeras palabras del hijo de Moris, para con la gente, fue recién al termino del noveno temas y fue un apenas: “Muchas gracias”. Hasta ahí el recital era muy sobrio. Con un rostro más distendido, Antonio dice en referencia Tiempo y Espacio: “Todo el disco es un recorrido urbano” . Y agrega cuando presenta la siguiente canción, “este tema está mal titulado. En realidad se llama Beiró”. Esto en referencia a Oeste cercano.
Las botellas se vaciaban y el concierto iba llegando a su fin. Finalmente cerró con Madrid, canción del disco Azar. Acompañado de muy buenos músicos, Antonio Birabent, brindo un show íntimo y sutil. A su salud…
La vieja (y reformada) casona de la calle Cabrera fue la anfitriona para pasar una velada íntima que, además, nos regaló sutiles aromas de añejos vinos. Pasada la medianoche del viernes, en un escenario apenas alumbrado con una tenue luz roja, salió a escena Antonio. Con una fender stratocaster roja abrió el concierto con 40 noches, tema de su reciente CD. A este le siguió Orillas. Interpretación que realizó con una guitarra criolla y armónica. Mientras tanto, se iba incorporando la banda. Para Orbito estuvo, además de la criolla, un cajón y un bajo.
La apertura configuró una especie de mini set acústico, en el cuál, se pudo apreciar el impecable sonido del lugar. Mientras se descorchaba algún Bonarda Nouveac de San Rafael o un Malbec de Luján de Cuyo, los músicos se fueron tornando más eléctricos.
Así fue que interpretaron Mujer de Arrabal, La puesta de sol y Altas cumbres. Con letras muy bien trabajadas. La banda interpretó sólo seis temas del disco que estaba presentando. Fueron catorce, las canciones que repasaron la historia musical del artista. Hubo producciones de Anatomix, Buenos Aires (disco anterior), Cardinal y Azar.
Con Altas cumbres cambia un poco el nivel melódico. Se pusieron más roqueros. Al igual que con el legendario Bienvenidas seas. Para esta instancia a los músicos se los veía más sueltos, como disfrutando más del show que estaban brindando.
Las primeras palabras del hijo de Moris, para con la gente, fue recién al termino del noveno temas y fue un apenas: “Muchas gracias”. Hasta ahí el recital era muy sobrio. Con un rostro más distendido, Antonio dice en referencia Tiempo y Espacio: “Todo el disco es un recorrido urbano” . Y agrega cuando presenta la siguiente canción, “este tema está mal titulado. En realidad se llama Beiró”. Esto en referencia a Oeste cercano.
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