Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Glenn Hughes

Esa voz que sigue quemando

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Diego Carnevale

15 de Abril, 2018

Esa voz que sigue quemando

Traigan casinos, que fuego sobra.

Glenn Hughes es conocido mundialmente como “La voz del Rock”, apodo legalmente ganado después de haber dejado sus gritos inmortalizados en infinidad de discos. Hughes es un activista del rock, comenzó su carrera con su grupo Trapeze, el cual le sirvió de trampolín para obtener acciones en Deep Purple, donde grabó tres discos de estudio como parte del MKIII y MK IV. También las posee en Black Sabbath, donde participó de Seventh Star (1986) un álbum solista de Tony Iommi que por pedido de la compañía, terminó formando parte de la discografía oficial de la banda creada por Ozzy.

El bajista, que batalló durante muchos años con su terrible adicción a la cocaína, jamás detuvo su motor creativo, colgándose de su linaje ligado a los grandes del metal; Glenn tiene una vasta carrera solista y es el líder de una de los más refrescantes súper-grupos de rock and roll de la actualidad: Black Country Communion junto a Joe Bonamassa. Por eso, este tributo a su pasado Púrpura es totalmente válido.  

El dial de una radio llama la atención de todos los presentes en el Teatro Flores. A medida que pasa, sintoniza en varios de los hits de los que Glenn formó parte, cayendo en “Stormbringer” –esa canción que en su versión original tenía grabada para atrás la frase del Exorcista, “your mother sucks cock in hell”- y que sonaba derritiendo la cara de los fans. Sobre el escenario, Glenn tiene tres laderos con una gran mezcla de juventud y experiencia, los cuales no sólo entienden su rol, sino que tienen muy bien aprendido el libreto de las personas que están reproduciendo: Søren Anderson como Ritchie Blackmore, Jay Boe como Jon Lord y Fernando Escobedo como Ian Paice.

Te amo” fue el mensaje del bajista mientras hacía el símbolo de la paz, vestido al estilo 70, antes de seguir con su retrospectiva mágica y hard rockera con “Might Just Take Your Life” y “Sail Away” ambas del disco Burn (1974). Su energía, su voz, y sus ganas, no tienen correlación con lo que muestra el DNI del músico ¡66 años!; el desgarrador blues súper lento que es “Mistreated” le sirvió de pista para mostrar todo su repertorio de agudos y de interpretación dándole vida propia a la letra: “He sido maltratado, he sido abusado…”. Ovación total.

Todas las canciones del show vienen con IVA incluido, ese 21% de improvisación que Deep Purple supo tener como sello, pero en “You Fool No One”, el cuarteto se lo tomó realmente en serio y reprodujo de forma muy fiel el espíritu de la versión furiosa del álbum California Jamming, disco en vivo grabado en 1974, con solos de todos los colores.

Los climas fueron variando con el progresar del setlist, el momento triste mostró la cara cuando Glenn le dedicó la hermosa y emotiva balada en piano, “This Time Around”, al fallecido Jon Lord, “que siempre estaba al lado mío en el escenario”. Tuvo un poco más de movimiento de pulso funk rock con “You Keep on Moving”, de la etapa en la que Tommy Bolin reemplazó a Blackmore, y sirvió a la mesa el manjar que todos vinieron a probar: dos canciones pedidas prestadas al MK II, “Smoke on the Water” con ese riff simple e inmortal que después de 46 años no aburre y sigue moviendo cabezas, y “Highway Star”, para dejar todo hecho cenizas con “Burn”.

Glenn Hughes entregó un show lleno de clásicos y nostalgia, porque en definitiva, la historia sólo la pueden contar aquellas personas que fueron parte de ella. Y vaya si Glenn escribió páginas...

 

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