Los chicos quieren rock

Pasó una nueva edición del Festival Nuestro, la tercera para ser más precisos. Las más de 15 mil personas que visitaron Tecnópolis el sábado pasado confirman que la escena nacional, eje sobre el que se cimentó la propuesta, goza de buena salud. Porque, a diferencia de otros eventos que apelan a la electrónica y todos sus derivados, el público fue traccionado por la intención de ver y escuchar rock.  

DE LA CABEZA

Una vez más Bersuit Vergarabat volvió a demostrar por qué las presentaciones masivas le sientan tan bien. La clave, en esta oportunidad, pasó por recurrir más a su repertorio clásico y no tanto a lo nuevo. De hecho, sólo hicieron un tema de La Nube Rosa (2016), su último disco, "Por si pasa”. El cierre, cabe destacar, fue con “La bolsa”, pero antes interpretaron “Desconexión Sideral”, “Perro amor explota” y “Porteño de ley”, con un “Tito” Verenzuela en un gran estado.  

VAMO’ ARRIBA BO’

A diferencia de Los Caligaris, el número anterior, el show de Cuarteto de Nos  fue más austero, pero no por eso menos efectivo. A pocos días de haber lanzado su nuevo álbum, Apocalipsis Zombi, una de las bandas del momento apeló a sus cortes para ganarse al público argento. Entre “El hijo de Hernández” y “Yendo a la casa de Damián”, los uruguayos aprovecharon para presentar dos de las nuevas, “Gaucho Power” y la que da nombre al flamante LP. También, anunciaron que harán un Luna Park, en agosto.

SHINE, SHINE

Con un show marcado por el recuerdo del “Bocha” Sokol, Las Pelotas apostaron por un set entre emotivo y agitado, en el que repasaron su extensa discografía. Los datos: para “Sin hilo” y “El Ojo Blindado” invitaron a Fernando Ruiz Díaz, de Catupecu Machu; mientras que para el final de “Capitán América”, proyectaron la cara de Donald Trump, presidente del mejor país del mundo.

UN RITUAL BURGUÉS

Con apenas diez años de carrera, El Kuelgue fue la única banda “joven” que se coló en el horario premium del Festival Nuestro. Será por convocatoria, cada vez más grande, o por su impronta, por demás festiva, pero el grupo de Julián Kartún salió a comerse la cancha. Brilló, por ejemplo, la versión que hicieron de “Ir a más”, de Los Abuelos de la Nada.

LOCURA Y REALIDAD

El plato fuerte de la jornada fueron Las Pastillas del Abuelo, sin dudas. Y aunque no cerraron el festival, para sorpresa de propios y extraños, la banda de “Piti” Fernández se alzó con un intervención de dos horas, en la que hicieron de todo, tanto lo viejo como lo nuevo, demostrando cada vez más porque son un grupo de estadios. Al margen de ser el show más extenso, también fue el más convocante, y que se reflejó cuando concluyó, ya que fueron muchos los que se retiraron, dejando grandes claros en el campo de Tecnópolis.

HAGAN CORRER LA VOZ

Pasadas las 23, comenzó el último número de la jornada, Nonpalidece. Luego de Las Pastillas, fue la actuación que más gente movió, y que cumplió con lo esperado. Y es que Néstor Ramljak y los suyos son una fija en cualquier festival de esta índole, donde se espera sólo una cosa, pasarla bien al son de algunos clásicos, como “Reggae del universo”, “Dame luz” o “Tu Presencia”.

TODO POGO ES POLÍTICO

Como todo movimiento, el rock argentino ha transcurrido por diferentes etapas, de su formación hasta la maduración, pasando por la rebeldía siempre necesaria. Pero si hay algo que siempre primó fue su compromiso social. Por eso, no sorprendió que en el marco del festival haya expresiones en contra del nefasto “2x1”.

Al inicio de su set, Bersuit marcó la cancha, con “Huayno 14”: “Mejor salí, ¿qué vas a hacer?. No te quedés en casa/ Porque si no te atrapa la pantalla”. En otro tramo del concierto, el cantante Dani Suárez manifestó que “algunos no tuvieron dos oportunidades”, dando paso a “El tiempo no para”. El descargo continuó cuando realizaron la explosiva versión de “Señor Cobranza”.

Algo similar ocurrió cuando tocó El Kuelgue. Pese a que la banda omite cualquier tipo de bajada política en su discos, en vivo es otro cantar, y suele manifestarse en contra de la Iglesia Católica (principalmente por los curas acusados de abusos) y del gobierno macrista. En este caso, y entre tema y tema, Kartún opinó sobre los represores condenados.

Aunque no lo hicieron de manera directa, Las Pastillas realizaron su correspondiente descargo por medio de su setlist, que contuvo, entre otras, “Gobiernos Procases”. Además, aprovecharon la ocasión para visibilizar otra lucha. “Habíamos dicho que no lo íbamos a tocar más, pero Mamá Cultiva le está poniendo mucho huevo”, aseguró Piti antes de “Skalipso”.

LA DIVERSIDAD

Como todo festival, el Nuestro contó con una amplia cuota de color. Arrancó desde temprano, con la presentación de Boom Boom Kid. Alrededor de las 15, cuando el sol aún brillaba, fueron muchos los que se acercaron al escenario Churro, donde el músico hizo de las suyas: sea un encuentro emergente o de carácter mainstream, no decepciona. Su set, acotado y compacto, fue un intenso despliegue de energía, tan característico como su alborotado cabello. Quienes lo presenciaron, se movieron. Quienes no lo vivieron, deberían. Porque a Nekro, el abanderado lo los alternativos, hay que verlo aunque sea una vez en la vida.

Promediando la tarde, Chango Spasiuk pasó por el mismo escenario. En su debut, el bandoneonista, que tuvo que sortear una serie de desperfectos técnicos, fue bien recibido por una generosa cantidad de público, poco habituado a este tipo de propuestas. Para el cierre del show, se guardó un impensado crossover: junto a Ricardo Iorio y el guitarrista Baltazar Comotto (Fundamentalistas del Aire Acondicionado) realizaron “Se Vos”, de Almafuerte y "Río Paraná", del disco Peso Argento, el cual Iorio hizo junto  a Flavio Cianciarulo.

Al igual que en la primera edición del FN, la obra de Luca Prodan volvió a estar presente. En 2014 fue gracias a Virna Lisi, la banda tributo que lidera Piti Fernández. Tres años después, la responsabilidad la asumió el saxofonista Roberto Pettinato con su Sumo X Pettinato, que abordó las canciones de otra manera, la suya. Fue así que sonaron “Nextweek”, “Peace and Love” y “Mejor no hablar de ciertas cosas”, entre otras.

Con una organización acorde a las circunstacias, el Festival Nuestro tuvo una nueva y muy exitosa edición, siendo Las Pastillas el número más fuerte de la tarde-noche y demostrando por qué son una de las bandas del momento.