Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Pearl Jam

La espera no fue en vano

Cronista: Gentileza: Pablo Krause | Fotos: Gentileza prensa

03 de Diciembre, 2005

La espera no fue en vano

Tras más de diez años de espera, Pearl Jam pisó finalmente suelo argentino. Un estadio de Ferro colmado fue prueba suficiente de que, aunque pasen los años, lo que importa es el rock. Y Pearl Jam de eso sabe, y mucho

El grunge y los conciertos en Argentina parecían no llevarse demasiado bien. El único antecedente existente era el concierto de Nirvana (en el que no tocaron ningún clásico por la reacción que el público había tenido con los teloneros) y el resto de las bandas –Alice In Chains y Soundgarden, pricipalmente- jamás habían pisado esta parte del globo. Sin embargo, Pearl Jam se encargó de dar vuelta esa historia… para ponerlo en términos futboleros: “Ganó, gustó y goleó”.

El del viernes fue, sin lugar a dudas, uno de los conciertos más esperados del año. A más de diez años de la edición de su primer disco, los muchachos de Seattle se encontraban por primera vez con la masa rockera de fanáticos que los esperaron durante una década. La ansiedad que eso despertaba se hacía evidente en las caras que entraban a Ferro, aguardando por la salida de Vedder y compañía.

Antes de que eso sucediera, pisaron las tablas los Mudhoney, quienes si bien es cierto que aportaron bastante al género allá por los ’90, nunca lograron demasiada popularidad, menos aún en nuestro país. Sin embargo, a fuerza de unas guitarras “bien grunge” y con un toque de psicodelia, los cuatro muchachos se defendieron bien arriba del escenario y lograron conectarse bastante bien con el público.

Si había ansiedad en la gente a la entrada, en cuanto el estadio de Ferro quedó a oscuras, los nervios se multiplicaron por mil y se desataron en una única voz coreando “Breakfall”. Si bien era sabido que Eddie Vedder abandonó el pelo largo y las camisas escocesas hace bastante, su voz parece no acusar recibo de los años que pasaron. Sin darle respiro a los del campo, arremetieron con “Corduroy” para finalmente hacer estallar el estadio con “Do The Evolution” , donde por primera vez en la noche, los músicos parecieron estremecerse ante la manera en que el público coreaba el clásico grito de “It’s evolution, baby….”

A medida que el público se sorprendía con el correr de los temas, arriba del escenario la banda parecía no poder asimilar la reacción de la gente. “Animal”, “I Am Mine” y los clásicos “Even Flow” y “Once” fueron evidencia suficiente de ellos. Sin embargo, Eddie Vedder quedó anonadado después de que en “Jeremy” el público haya coreado inclúso las melodías de guitarra (algo bastante común por estas tierras) pero que no dejó de sorprenderlo… “Se saben hasta el solo de guitarra!”.

Después de dejar el escenario por primera vez (el famoso “amague”) Vedder dedicó “I Beleive In Miracles” a la memoria de Joey Ramone y –sumado al agite del público- no pudo evitar derramar una lágrima. Aún más emocionante fue “Better Man” , tema con el que dejaron nuevamente las tablas.

Pero aún quedaba tiempo para un poco más. Después de volver a visitar la época de Vitalogy con “Blood” , llegó el turno de “Alive” . Se prenden las luces del estadio y el clásico de Ten parecía el cierre perfecto, sin embargo, con el estadio totalmente iluminado, Pearl Jam se despidió con Yellow Ledbetter, para terminar de sellar una noche inolvidable.

Pocas veces una banda mostró tal solidez arriba de un escenario como la de Pearl Jam el pasado viernes. Fecha que además sirvió para consolidar una relación única entre la gente de Seattle y el público local. A juzgar por lo ocurrido en Ferro, los tendremos nuevamente por estas tierras, en menos de lo que muchos creían…
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