¡El punk no ha muerto!

Formado en la caliente escena californiana de los primeros ‘90, el trío pop punk liderado por Kim Shattuck (voz y guitarra) y que completan Ronnie Barnett (bajo y coros) y Roy McDonald (batería), desembarcó por primera vez Buenos Aires con sus enérgicas melodías.

“Nothing”, de Happy Birthday To Me (1997) y “Lucky Guy”, incluida en su debut homónimo editado en 1993, dieron inicio al show en Niceto y reafirmaron la indudable facilidad con la que Kim puede entonar ásperamente las más dulces melodías.

“Take a take” de Whoop Dee Doo (2014) fue el primero en sonar del sexto y último álbum de estudio, editado luego de un parate de diez años fuera de los escenarios y con una nueva impronta en la banda marcada por la composición de canciones de mayor duración. Si bien la excusa de la visita era repasar el último trabajo, no fue tan contemplado como el aclamada segunda placa, Blonder and Blonder (1995).

Poco tardaron en retomar los inicios con “Honeymoon” y, al igual que en “Red eye troll” y “From your girl”, el público confirmó la complicidad con el trío en retrospectiva a los ‘90. “Oh nina”, seguida de “End It All” y “Funny Face”, todas de Blonder and Blonder, marcaron ese vaivén de intensidad con la que continuó el show de la mano de “Agony”, “Sad tomorrow” y “Ethyl my love”, también del segundo disco de estudio de The Muffs.

El final llegó con “Won‘t come out to play” y diciendo adiós, con la potente batería de Roy McDonald en “Saying goodbye”, abandonaron el escenario reafirmando que el punk no ha muerto y que viejos son los trapos.