Reggae positivo

Toda celebración tanto religiosa como musical, tiene pautas y esquemas que seguir. Y Alpha Blondy como grupo consigue paso a paso conjugar en su ceremonia, lo musical y lo espiritual. Para eso se necesita primero del ritual de iniciación a cargo de sus músicos, que con una zapada con riffs de Led Zeppelin (Black Dog), crean una intro y el clima ideal de lo que está por venir. También se necesitan luces -aportadas por Groove- y humo en cantidad, aportado por los fanáticos. Por último, se necesita silencio, y que ese silencio sea despertado por un rezo como hace Alpha Blondy con “Psaume 23”, orando en hebreo como antesala de “Jerusalem”.

Nacido en Costa de Marfil, Seydou Koné es un músico y compositor cosmopolita que maneja varios dialectos como el dioula, el francés, el inglés, el árabe y el hebreo. Bajo el escudo de Alpha Blondy logró agregarle al reggae la cantidad justa de rock y de pimienta para que su mensaje de paz venga acompañado de otra vibra. “No Brain No Headache”, por citar un ejemplo, tiene guitarras al estilo Jimi Hendrix, y todas las versiones en vivo de sus clásicos tienen power chords con distorsión, combinados con la típica base del estilo jamaiquino.

Koné es un verdadero líder. Vestido con gorra blanca y un largo saco celeste, logra llenar de energía el lugar, no solo con sus letras, sino también con sus movimientos. Su nueva placa se llama “Positive Energy”, y si uno lo ve en su performance arriba del escenario, entenderá que el disco está muy bien bautizado. Pero para lograr este estado de magnetismo, AB tiene atrás a su banda, The Solar System. Obvio que el cantante en este sistema es el sol, y que todos los demás giran alrededor de él. Con solos de guitarra y de saxo, dos coristas con un poder vocal aturdidor, y con una base que no se mueve un milímetro del beat, “El primer bandido” puede cantar y desplegar toda la alegría de temas como “Multipartisme (Médiocratie), “Sweet Fanta Diallo” o su mega hit “Cocody Rock”, mientras todo el mundo baila.

Pero el liderazgo de Koné no solo se muestra en su positivismo, ya que también tiene su lado combativo. Cuando toma el micrófono para hablar sobre la paz mundial, su voz cambia totalmente y se vuelve ronca, casi gritona, recordando que: “No se puede matar en nombre de Dios, no se puede usar su santo nombre para justificar un asesinato” o describiendo la realidad: “Prendemos la tele y vemos guerra, guerra y más guerra, parece que nacimos en un campo de guerra, ¿cúantos chicos palestinos y cuántos chicos israelíes van a morir destruyendo el futuro hasta que encontremos la paz?".Todas estas palabras van acompañadas por sus composiciones más aguerridas como “Peace in Liberia”,mientras pide paz por los países de África, o con “Brigadier Sabari” dirigida a la brutalidad policial. No por nada fue nombrado Embajador de la Paz de la Naciones Unidas en Costa de Marfil en 2005.  

En su set de apertura, Néstor de Nonpalidece preguntaba si se sentía el reggae en el ambiente. Con Alpha Blondy, no sólo se sintió, sino que también se fundió con el rock equiparando la balanza de géneros en un 50-50. “Wish you were here”, el cover de Pink Floyd tocado al final, sirvió de muestra para sintetizar cómo fue la ceremonia.