No es sólo rock and roll

El sábado lo pide y en medio de tanto Palermo con denominación paqueta, siempre está Makena para ofrecer un toque de rock. A medida que ingresa al bar, el público se lleva una máscara y el último ejemplar de El Triángulo de la Merluza, una revista autogestionada que tiene mucho que ver con la banda. Adentro, los cuadros de Emanuel Risso capturan todas las miradas y todo se entona en clave de arte. 

Cuando todos ya están adentro, Tony Trainor, un monologuista británico, hace su aparición y toma el micrófono para esbozar algunas palabras y antes de presentar a la banda, llama a votar con conciencia el próximo 22 de noviembre 

"Fúngica" abre la función, con toda la potencia de Andrés Quintero en guitarra, Nicolás  Desulovich en bajo, Joaquín Rodríguez en guitarra y Juan José Greco en batería. Unos instantes después aparece Federico Morales, voz y pluma de la banda. El juego de miradas cómplices denota el disfrute de cada integrante arriba del escenario.  

La lista continúa con "Súbitamente" y "La expresión de tu mueca" y todas las letras tienen un juego interesante de palabras, un costado poco predecible necesario, que sorprende y genera ganas de volver a poner el disco una y otra vez con el librito en la mano, cuyo arte es otro punto a destacar.  

Para cuando llega "Mitologías", el show está promediando, y un riff medio floydiano raviolo hipnotiza al público. "Profecías japoncitas" es la que invita al agite y a pensarla como posible hit, y para "Norte fijo de los anhelos" el público ya se encuentra completamente entregado.  

Para el final, presentaron los temas nuevos -"A todos encantaba" y "Diarios de una farsa"- que vienen con la misma potencia de Mitologías Urbanas y deja con ganas de saber más de ese próximo disco, mientras se disfruta del primero. 

Un gran mito, es el que manejan los viejos rockeros que afirman muy enojados que el rock está muerto... ¿buscarán realmente o sólo se quedarán con esa pequeña muestra de rock que pasan por las radios comerciales? Tranquilos, no todo está perdido, y La Parla de Raviolo es una muestra de eso y no es sólo una banda de rock, es una revista, un cuadro, un monólogo y un puñado de poesías que vienen a romper un poco los esquemas.