El "Viaje" hizo escala en Obras...

Desde los reductos de su Avellaneda natal allá por los 90 , a la Capital en el por entonces más verde Parque Centenario, de ahí a las giras por la Costa Atlántica y de regreso a estallar en las huestes porteñas donde se vendría “El Primer Cemento”, que sería apenitas un año después de recorrer el interior que festejaron con “10 años en la ruta” (2000) para seguir con este “Juego de Locos” entre otras de las diez placas que vienen marcando un “Viaje” (2004) que tras 14 años los encontró haciendo su primera presentación en el templo del Rock.

“Nos preparamos con todo, y más que miedo tenemos ansiedad”, había anticipado El Conde (Tecladista) a La Bitácora. Pero la expectativa el viernes a las 21 en el Templo de Nuñéz también se configuró en una multitud de ansiosos que reclamaban entre cánticos la salida de La Mancha.. a las tablas.

El calor instenso encontró transpirados a todos antes del arranque, se saltara o no, la pesadez estival del ambiente se sentía en todos los rincones, aún asi no menguó el aliento de la hinchada cuando El negro y los suyos abrieron con “El Angel del Docke”.

“Melodía Simple” subió la temperatura, si es que aún podía estar más caliente el lugar, las remeras rojo sangre dejaron los cuerpos de muchos para girar en el aire al ritmo de “En la calle” y “Buscar”. Y se vino el primero de los hits con el preludio del Negro confensando: “Cuando estábamos grabando esta canción creí que encontramos un lenguaje diferente y yo pude sacar afuera un monton de cosas que me daban dolor”. Y un coro de casi tres mil voces comenzó con “Arde en la ciudad”.

El recuerdo de las canciones que surgieron en sus giras, las menciones a las primeras épocas de la banda, la referencia las víctimas de la dictadura, acompañas por el recorrido de los temas de sus discos se plasmó en la verborragia del Negro para con su público marcando los momentos emotivos del show.

Con “Tu verdad perdida”, “Río de la Plata” y “Donde vamos” se vino el set acústico que cerró una coreada versión de “Mi semilla” de la Vela Puerca. Los invitados no faltaron al debut y para “Ese Tren” se subieron Toti y Pedi de Jóvenes Pordioseros que no se privaron de entonar un pedacito de “Descontrolado”.

La recta final en los bises se vino con “Calavera” y una pelota gigante rodó desde el escenario a la gente y se paseó por el campo para desaparecer en el final del tema. Si bien el templo no alcanzó a llenarse, fue una fiesta de dos horas donde La Mancha tiró toda la carne al asador, su público respondió con la satisfacción de haber disfrutado hasta el final.