La psicodelia no tuvo veda

Texto: Christian Peremartí

El rock psicodélico, destacado por sus guitarras distorsionadas, la fuerte presencia de teclados y sus efectos elaborados, tuvo su noche en un Niceto que se fue llenando gradualmente y donde el sonido envolvió el lugar hasta ensordecer. 

Fat Dojo y Kill West se encargaron de dar la bienvenida a un público que, dividido entre la barra y la pista, llegó bien temprano para disfrutar el festival en su totalidad. Ambas bandas mostraron su repertorio y cumplieron con su cuota psicodélica para dejar a los presentes en sintonía con la noche.

La jornada siguió con Riel, un dúo formado por un baterista y una guitarrista que ofreció una dosis corta pero efectiva de psicodelia, para luego darle paso a Las Kellies, dos chicas que se llevaron la miradas de todos y recibieron aplausos no sólo por su música. Por momentos, tecladista y baterista se alternaron las voces y por otros lo hicieron a dúo, todo en el marco de un sonido fuerte para no extrañar la falta de instrumentos en escena.

La previa se fue poniendo cada vez más intensa. El quinteto In Corp Sanctis le agregó un poco de blues y rock al sonido psiciodélico y se destacó por utilizar más que otra el recurso de la voz y el canto. Luego llegó Nairobi, que tuvo su oportunidad en un Niceto ya colmado de gente. Al grito de “A los que no les importa la política y les cabe la psicodelia”, la banda marcó la cancha desde el comienzo antes de brindar un set acorde a la programación.

Los pelos largos, los diversos estilos a la hora de la vestimenta, los narcóticos y las distorsiones estaban listos para abrir paso a Moon Duo, el número de cierre. La banda californiana, conformada por Sanae Yamada en los teclados y Ripley Johnson en la guitarra, se reforzó para la ocasión con John Jeffries en la batería. El público se movió un poco más que a lo largo de la noche y valoró con aplausos fuertes los temas más destacados. Moon Duo se despachó con un gran repertorio de canciones oscuras de su último álbum Shadow of the sun (2015), con "Wilding", como una de las más destacadas. 

Lejos del auge de la década del ’60, la escena psicodélica sigue su marcha con diferentes exponentes a nivel nacional e internacional. Parte de esa movida se vivió el sábado en Niceto, donde el público disfrutó del género en sincronía con su música y su cultura.