25 años en el cielo

Mientras garuaba en las afueras del Microestadio Malvinas Argentinas, adentro todo era calor y adrenalina, producto de los 5.000 attaqueros que arengaban antes de que comience el recital. Entre la gente ya se veían los típicos trapos de la banda, junto a cientos de remeras de Ramones y Sex Pistols y todo estaba listo para recibir una buena dosis de punk-rock criollo.

A las 21.30 y con una intro de Vangelis, la música de la película BladeRunner –aquella que también servía de cortina para Torneos y Competencias – la banda salió con “El Cielo Puede Esperar”, “Un Momento de Meditación” y “Solo por Placer”. La propuesta no sólo consistió en tocar el disco entero, sino también abrir el baúl de los recuerdos para antiguas perlitas que hace mucho no sonaban en el repertorio attaquero.

“Cuando salió El Cielo puede Esperar, sólo teníamos un puñado de canciones como estas”, avisó el cantante y guitarrista Mariano Martínez, antes de arrancar con “Hay una bomba en el colegio”, “Caminando por el microcentro”, y “Gil”, las tres de su disco debut Dulce Navidad (1989). En ese preciso momento, el pogo y el mosh se multiplicaron por todo el estadio.

El trío completado por el baterista Leo De Cecco y el bajista Luciano Scaglione se despachó con algunos covers -como “Belsen was a gas”, de Sex Pistols; “Porque te vas”, de José Luis Perales y “Soy rebelde”, de Manuel Alejandro- y temas propios como “Me siento mal” y “Muy sucio para vos”.

Si hubo un músico que fue clave en la gestación de El Cielo Puede Esperar, fue Juanchi Baleirón en su rol de productor. El actual cantante de Los Pericos aportó su guitarra en canciones como “Hacelo por mí”, “B.A.D.” y “Sola en la cancha”. También subió el ex bajista de la banda y actual integrante de Más Calaveras, Adrián “Chino” Vera, para tocar “No te pudiste aguantar” y “Jodie”.

Pero el momento cúlmine llegó cerca del final, cuando por un rato Ciro Pertusi volvió a ser el cantante de Attaque 77. Recibido con una tremenda ovación, algunos se pellizcaban para ver si era cierto, y el actual Jauría saludó a su gente. “Muchas gracias a mis Attaques. Una banda no es sólo un cantante, somos todos”, dijo Ciro, con un look de eterno adolescente, vestido con una remera de Attaque 77, un detalle que puede parecer simple pero que los más fanáticos tomaron como un viaje en el tiempo, como si nunca se hubiera alejado.

Y ahí nomás dieron rienda suelta a “Vuelve a casa” y “Espadas y Serpientes”. Un interesante trío se formó entre Baleirón, Martínez y Pertusi, quienes homenajearon por partida doble a Sandro con “HeyHey, y una intensa versión de “Dame Fuego”, con la colaboración de Emiliano Puñales en el saxofón. Luego de dos horas de música, el himno punk “Donde las Águilas se Atreven” con todos los invitados sobre el escenario, fue coreado a viva voz por cada uno de los presentes y bajo una lluvia de papelitos, marcó el final del show.

En homenaje a los 25 años de su disco más importante y con la vuelta de un viejo amigo, Attaque 77 dio uno los shows más importantes de su carrera.