Ya no hay ninguna duda

La monada bersuitera fue llegando tranquilamente al Luna, algunos con pijamas, otros con remeras testigo de varios recitales; los cánticos eran variados e incluían temas viejos, de esos que todos quieren escuchar.

La banda 4 Pesos de Propina vino desde Uruguay a sacudir al público mientras esperaban a Bersuit. La formación liderada por Diego Rossberg se lució con temas como "Solari", "Revolución" y "Naufrago". Con diez canciones al hilo, los uruguayos se ganaron el agite de los que ya los conocían y la aceptación de los que los veían por primera vez.

"Olé olé, olé olé olá, de la cabeza con Bersuit Vergarabat", cantaba la monada y la ansiedad crecía cada vez más, hasta que por fin la banda apareció y el estadio estalló en aplausos. "Que cerquita estamos, esto es re lindo. Gracias por la fiesta", dijo Dani Suárez antes de arrancar con "Huayno 14", uno de los cortes del nuevo disco, y una seguidilla de temas bien al palo como "Espíritu de esta selva", "Cambiar el alma" y "Hay pelado para todas". 

El primer invitado de la noche fue Héctor "Limón" García, un histórico de la banda con el que hicieron "A los tambores". Para respirar un poco llegó "La Soledad", y luego los más nostálgicos pudieron deleitarse con "La vida boba" que fue acompañada por un grupo de bailarines que intervinieron en varias canciones y sumaron un buen detalle para la noche. El otro ex integrante que desde la vuelta de Bersuit a los escenarios no falla, fue Charly Bianco, con quien interpretaron "Canción de Juan" y "El tiempo no para", de Cazuza.

Uno de los momentos más fuertes de la noche tuvo que ver con el homenaje a Gustavo Cerati; “gracias Gustavo por la música y por el amor”, lo recordó Dani Suárez muy emocionado y sonaron los primeros acordes de “Té para tres”, mientras en una pantalla se iba formando el rostro de Gustavo. 

Para la mitad del show apareció Lito Vitale, un lujo de invitado que interpretó “No te olvides”, y en “La próxima curda”, se sumó Tripa Bonfiglio, bandoneonista de la Orquesta Rascasuelos. En este tema, Juan Subirá tomó el protagonismo y le dedicó la canción a su cuñado “El Taura” Alonso, un tanguero de ley que seguramente estaba dando vueltas por ahí, repartiendo alegría como lo hizo siempre. Otro invitado para la ocasión fue Mariano Madueña Rubio, dueño del mítico Guebara Bar o “cubículo del infierno” según Subirá, un lugar testigo de muchas anécdotas bersuiteras, tanto de los de arriba del escenario, como de los de abajo. Mariano se encargó de preparar tragos en vivo y repartirlos entre los músicos.

Si bien el guitarrista Tito Verenzuela ya había tenido su momento con “Para bailar” y “Ades tiempo”, con la versión milonguera de “Porteño de ley” se llevó una gran ovación que culminó en un “Tito es bersuitero, bersuitero de verdad”.

Tal como sucedía en otros tiempos, el poeta y murguero Ariel Prat subió para hacer “El viejo de arriba” y a esta altura, hasta la platea que estuvo bastante quieta casi toda la noche, se levantó para bailar. Antes de que pudieran tomar un respiro, apareció Marcos Rodríguez de Sonora Insurgente para hacer “Sr Cobranza” y ese grito de desahogo siempre necesario.  

Los bises fueron más tranquilos, por un lado otra vez Tito se lució con una composición muy sentida para el Flaco Spinetta, “Para Luis” ese tema tierno, que genera un gran momento de respeto en el público. Ariel Prat volvió a subir para hacer “Al olor del hogar”, tema compuesto por él, y el cierre definitivo fue con “El viento trae una copla”, que coronó una noche casi perfecta.

Ya no hay dudas: Bersuit volvió, hace rato que lo hizo, pero con este Luna terminaron de demostrar que están felices de volver a compartir escenario, de divertirse y de hacer feliz a un montón de gente. ¡Salud!