Reggae ATP

El reggae, pese a luchar durante años por los derechos humanos y la independencia jamaiquina, siempre valoró el amor y la importancia de las energías positivas a la hora de transmitir mensajes desde sus inicios en los sesentas.

En Buenos Aires el reggae tomó influencias de todos lados pero concentrándose en el clásico roots que Marley hizo famoso recién llegando a los ochentas, gracias a hits radiales aptos para todo público. Más de treinta añosdespués, ya en el 2014, el sonido no varió mucho gracias a una infinita nostalgia que el género reclama gracias a su poderoso efecto que continúa tomando nuevos adeptos que siguen apostando por el roots.

El Natty Combo no le escapa a ello, y presenta un sonido romántico con pequeños matices de distintos géneros para presentar una puesta en escena bien variada que Sergio Colombo ideó luego de tantos años con Mimi Maura y Dancing Mood. Juntó a varios amigos y se lanzó en su proyecto de vientos y canciones románticas que agradeceremos para siempre con tal de no cantarle al Jah.

Y no confundir: con el Jah está todo más que bien, pero con las distancias ideológicas y culturales que nos separan se hace dificil creerles a nuestros porteños cuando se disfrazan de rastafaris y evocan la palabra de un Jah que nada tiene que ver con ellos. El rastafarismo es un estilo de vida y una manera de pensar que con el tiempo se fue manchando cual Che Guevara. Cosa que no le hace para nada bien a la música y muchos menos a los verdaderos rastafaris.

Colombo apuesta por el amor, la amistad y las buenas energías, con letras sencillas pero efectivas que caben justo en canciones con estribillos fuertes que viene creando desde el 2003.

La noche del sábado confirma el crecimiento sostenido del Natty Combo, con una Trastienda llena para disfrutar de dos horas de reggae que tuvo mucho roots como sonido base pero ayudado de otros géneros como dub, ska y hasta rock gracias a solos de guitarra que bien saben mezclar en un género que puede ser infinito si se lo sabe manipular.

"El Don", "Corazón", "Hasta el Final" y "Cinco", fueron algunas de las casi veinte canciones de la noche que fue mezclando lo instrumental con la voz de Colombo que con el tiempo fue tomando más protagonismo

Para el final, Colombo tenía una sorpresa, que más para el público fue para su hijo de cinco años, quien apareció con una trompeta y ayudó en los vientos mientras su padre le cantaba al lado emocionado de verlo tan chiquito y contento, bostezando por el horario pero feliz de ver tanta gente junta aplaudiéndolo.

El Natty Combo sigue sumando seguidores gracias a un país que cada vez gusta más del reggae, sin la necesidad de ser rastafaris o tener dreadlocks hasta por el piso. El sábado se mezclaron todos y disfrutaron de un género hermoso que rompió todas las barreras culturales y musicales que puedan existir.