Un sonido de buena cepa...

“Una noche especial con amigos”, así presentó el show Javier Gómez, la voz La Borgoña, desde el escenario de una sala que desde el principo ya se mostraba ansiosa de paladear lo que vendría. El Dub Club de la Av. Nazca estaba colmado, y el resto de la banda : Sergio Griguelo (Guitarra) , Alejandro Marchese (Guitarra), Gaston Gomez (Bajo), Mariano Marques Serra (Teclados) , Matias Giliberti (Bateria), ya estaba lista para destilar todo su “Rock bebible” .

Pasaban algunos minutos de las once de la noche, y las banderas y lo cánticos desde el público vaticinaban la sentencia que el cantante de gorra vociferó en el micrófono “Vamos a rockanrolear”... dijo y los primeros acordes de “Rutas del Sur” marcaron el descorche.

“Necesito Tomar” fue el segundo toque etílico de una noche que recién comenzaba a degustarse blusera y entre amigos que no dejaban de corear “Vamos la borgo...” al borde del escenario. Ya con el ambiente bien entonado, el blues de “El viejo miguel” fue dando paso al momento dulzón del show con “una baladita para los románticos” como la anunció el cantante.

Luego, cuando todo se preparaba para retomar la adrenalina y abrir de nuevo el agite, algunos problemas de sonido demoraron el arranque del tema “Calles”, inconveniente superado en pocos minutos mientras la gente no dejaba de alentar. Y se vino el popurrí de covers con el Blues de Chicago (Blues Brothers) y el Blues de Rosario (Menphis), entre otros.

Para el cierre se guardaron un set bien rockanrolero con una trilogía que hizo mover a unos cuantos, “Quieren divertirse”, “Azucena” y “Rock and Roll” sellaron un show que convirtió la sala en una pista de baile. Aunque se perciben claras influencias de los Yaría Brothers, La Mississippi, Riff y Creedence, La Borgoña sabe destilar su propio sabor con un sonido de buena cepa.

Pero la noche no terminó ahí, tras el despliegue de La Borgoña, hizo pie sobre el escenario la banda del oeste “Chevy Rockets” para adelantar temas de su próximo disco “Etiqueta Negra”. El grupo encabezado por el “vasco” Bariain prolongó la fiesta hasta la madrugada.