La Mancha de Boudou

La historia de La Mancha de Rolando tiene dos momentos bien marcados que le dieron una convocatoria que nunca terminó de explotar del todo. Nació en los noventas en la gran ola del "rock barrial", refugiándose en el under porteño durante diez años donde la popularidad le llegó gracias al disco Viaje, del 2004. A partir de allí las cosas empezaron a cambiar con fechas importantes gracias a canciones que escucharíamos hasta el hartazgo.

Fueron dos años lujosos para los de Avellaneda que se convirtieron en la banda sonora de los veranos, aceptando los elogios de varios y esquivando las críticas de quienes los tildaban de "La Renga para blandos". Calificativo injusto para una banda que nunca quiso compararse y muchos menos imitarlos, pero muchos encontraban en Manuel Quieto una similitud vocal con Chizzo.

Muchos años después, pasada la furia de hits, a nuestro vicepresidente Amado Boudou se le ocurrió hacer sus sueños realidad y jugó a ser estrella de rock. Los llamó aprovechando la actitud K de la banda y les pidió que le hagan la segunda para tocar un poquito de rock and roll.

Las dos fechas que se hicieron este fin de semana no escaparon a toda la furia amadista que empapa a la banda desde hace unos años. Boudou apareció el viernes lleno de custodios y arengó desde el VIP al grupo, que lo saludó y hasta le dedicó unas palabras al juez Lijo, ese señor que lo quiere hacer pelota hace varios meses por un par de posibles cagadas que habría hecho nuestro Vicepresidente.

Lejos de la frivolidad política, La Mancha de Rolando tocó para aquellos que poco les importa todo eso y quieren escuchar el variado repertorio que tiene la banda desde el 94, con un compilado de temas que va a lo seguro, ideal para una primer escucha o para los viejos seguidores.

Fiel a su estilo, el grupo sigue apostando a la canción rockera, con estribillos de melodías recordables que hacen que un show sea un gran coro de público que alienta desde abajo: "Mago de la lluvia (ese tren)", "Sola", "Dónde vamos", "Siempre Esperando" o "Melodía Simple", fueron apenas algunas de las más de veinte canciones de la noche, incluyendo "La primavera", "Olvidarte" y "Sola", del último trabajo Los Libres, del 2012.

Dos fechas importantes para una banda que pese a algunas críticas siempre hizo lo que quiso hacer y fue fiel a esa búsqueda de la melodía que tanto le funciona, ya sea en la radio, un spot publicitario, una campaña electoral o en algún cantito de fútbol. En definitiva, la última palabra, y la más importante, la tiene el público que sigue disfrutando de estribillos pegadizos y buenos guitarrazos de una banda que cada vez toca mejor gracias a sus veinte años de escenarios.