Especial de funk a la brasileña

La excusa, y vaya que por sí sola alcanza, es la presentación de su último trabajo, AOR, recientemente nominado al premio Grammy Latino por mejor disco pop de música brasileña. Pero la gran cantidad de público que espera la aparición de Ed Motta sobre el escenario de Niceto Club sabe que se encontrará con mucho más que eso. Y al cabo de casi dos horas de concierto descubrirá que no se ha equivocado.

Funk, soul y jazz son los ingredientes principales que conforman el universo musical de este talento nacido en Río de Janeiro, y que el público tiene la oportunidad de disfrutar desde el comienzo del show, en temas como “Flores da vida real” y “Episódio”. A Motta, elegantemente trajeado, se lo puede observar alternativamente sentado en su piano ubicado al centro del escenario, como también de pie, cantando y moviendo su voluminosa existencia con un estilo que es celebrado por todos en el lugar.
 

Un gran músico suele rodearse de pares que resultan estar a su altura para acompañarlo en los caminos que desee transitar, y Ed Motta no es la excepción. La banda que lo secunda en esta ocasión suena increíble, y sus integrantes se potencian mutuamente sobre el escenario. El grupo puede poner a bailar al público con un funk vertiginosos para luego aquietarlo con un soul que es pura armonía y relajación, todo con Motta como capitán del barco.

El brasileño juega y se divierte con el público. Al presentar el tema “1978”, pregunta con ironía: “¿Ustedes ganaron un mundial de fútbol ese año, es verdad?”. En el tema se destaca, como a lo largo de la noche, el saxofón de Josue López, quien realiza exquisitos solos. Motta se deshace en elogios al comentar cuánto disfruta tocar en Argentina, y comparte entusiasmado con el público sus próximos pasos, que lo llevarán a presentarse en París, Amsterdam, Londres y Tokio.
 

“Quiero presentarles a un artista con el que tenemos muchas cosas en común: buscamos el soul y el funk, y los dos somos hijos de Spinetta”. De esta manera Motta introduce a Dante Spinetta, quien colaboró con él en la canción “Latido”, de AOR. Dante susurra su parte de la letra, en un tema que en palabras del brasileño tiene un toque claramente “porteño”. Luego se suma al escenario Emmanuel Horvilleur, el socio musical de Dante en Illa Kuriaky and the Valderramas, para emprender enérgicas versiones de “Abarajame” y “Coolo”, clásicos del grupo argentino, que ambos rapean de manera vertiginosa al ritmo que propone la banda.
 

“Algún día vamos a hacer un concierto sólo con canciones de Luis Alberto Spinetta”, dice el brasileño, y cuenta al público de qué manera lo influenció la música del argentino. Motta se lanza a interpretar con su voz las bellas y complejas melodías de guitarra de Spinetta y el público explota en aplausos. De allí en más, el grupo se encamina hacia el tramo final del show, con emotivas baladas jazzeras que se suman a todo el funk y el soul que Ed Motta ha creado a lo largo de su carrera, y que le han permitido convertirse en un indiscutible referente de todos estos géneros por estas latitudes.