Carnaval de despedida

La hora de la despedida había llegado, pero no había nada de tristezas ni amarguras, sólo ansias y alegría. La Perra que los Parió, banda oriunda de La Boca integrada por Nahuel Amarilla (voz, guitarra), Juan Espada (guitarra), Matías Ramos (bajo y coros), Jorge Bekmezian (batería), Martín Seguel (saxo y armónica) y "Naco" Aschel (trompeta), le decía adiós a su cuarto disco Cómo evitar que sangremos, el trabajo que marcó el despegue hacia las ligas mayores del under.

Pasadas las 21, la banda entró en escena con “San Expedito” para abrir un show dedicado a muchas personas cercanas y cruciales en su formación y crecimiento.  La primera canción con dedicatoria fue “Reino”, de parte de Nahuel a su hermana, a quién dijo que quería un montón, al igual que su familia. Una especie de regalo debido a que en estos días había sido su cumpleaños. “Ahora vamos a tocar un tema nuevo, y va para toda la gente que viaja a ver bandas y sobre todo a aquellas que siguen sus pasiones”, esas fueron las palabras de Juan Espada antes de tocar “El viajero”.

La banda todo el tiempo se mostraba agradecida con su público e hizo una mención en especial a sus amigos de la radio Frecuencia Cero, quiénes trasmitieron todo el show por internet para que se pueda escuchar en todo el mundo.

Antes de tocar “Depredador”, Amarilla habló acerca de las peleas entre los fans de las bandas: “Una de las cosas que ustedes siempre me comentan es que no hay diferencias entre los grupos que vienen a ver a La Perra. Eso está re bueno y esperamos que nunca pase. Ojalá que uno pueda venir a ver la banda como quiera, con quien quiera y cómo quiera siempre. Es una manera de seguir creciendo y disfrutar el show”. inmediatamente todos lo aplaudieron, apostando a lo que comentaba el cantante, y el público no se cansó de poguear en todo el tema.

Los dos momentos más emocionantes fueron cuando tocaron “Trae el viento la voz”, un tema dedicado a los combatientes de la Guerra de Malvinas, en donde todo el público que flameaba pequeñas banderitas de Argentina quedó tapado bajo una gran bandera celeste y blanca, mientras que en una pantalla  se podían ver imágenes del videoclip realizado en las Malvinas.
 

El segundo, contenía una emoción que tanto a la banda como a sus fans los tocaba muy de cerca. El cantante se puso un guardapolvo de cocinero que le había regalado Lucas, un fan, en 2010. Luego comentó que ese chico los conoció por la radio y fue a la entrada de un recital para hablar con ellos, ya que no tenía plata para comprar la entrada y tenía ganas de verlos. Al dejarlo entrar, él les prometió que nunca iba a dejar de ir a verlos, y así fue hasta que este chico falleció. Por ésta razón quiso dedicarle “Lo que nunca te dije” y todo el show a éste joven. La mezcla de nostalgia y emoción se pudo ver en algunos abrazos y lágrimas que asomaban entre la gente.

Esto no borró la alegría que caracteriza a la banda y a su público que en un segundo preparó los globos y la espuma para volver a la trastienda en un corsódromo lleno de alegría, mientras la banda enganchaba, "LPDB", "La rubia tarada" (Sumo), "El Balneario de los doctores crotos" (Los Piojos) y "HDP". En este contexto de fiesta por donde se lo mire y escuche, la banda tocaba “Tirá la gorra” para despedirse.