Cuerpo sin domesticar

La mística ricotera se percibía en el barrio de Colegiales. En las esquinas se agrupaban las remeras mientras en sus cantos, hombres y mujeres aseguraban ser redondos para toda la vida. Dentro de la sala, esa sensación se multiplicaba por mil en los cuerpos que desparramados, cubrian toda la superficie del lugar. Estaba todo dado para que, pasadas las nueve, salgan a escena Skay y los Fakires.

La inconfundible figura de una de las leyendas vivas del rock nacional emergía en el centro del escenario con sus movimientos cadentes y vertiginosos. Detrás de la vincha y las gafas que nunca quiso sacarse, la gestualidad de su rostro trasmitía la felicidad de encontrarse una vez más con su público. Sesenta y un años cumplirá Skay en enero, pero su llama interna sigue tan prendida como en los años de apogeo ricotero.

Potenciado por un sonido de alta calidad, el conjunto liderado por Eduardo Beilinson fue anfitrión de una velada para el recuerdo. Esa amalgama de rock y sonidos foráneos que fue construyendo Skay durante los diez años que ya acusa como solista, lleva su marca registrada y lo revaloriza como músico y cantante. Los huéspedes por su parte, demostraron la fidelidad con la que se relacionan con el ex guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Cuando sonaron temas de la emblemática banda platense formada en la segunda mitad de los setenta, el teatro Vorterix estallaba de punta a punta como si fuera uno de esos núcleos calientes en medio de una marea humana en el campo de un estadio. Una sucursal del pogo más grande del mundo en Lacroze y Álvarez Thomas.

El sable del guerrero. Lo que hace Skay incomparable al resto de los mortales es el sonido que se dispara desde su guitarra al hacer contacto las manos con las cuerdas, esa particular característica dificil de definir pero reconocible a larga distancia de la fuente emisora. La Gibson SG bordó comnadó el desarrollo del concierto desde el inicio al desenlace con melodías armoniosas, rock rebelde y solos de fakir.

Temas incluidos en la lista junto a un estreno aun sin denominación oficial: "Memorias de un perro mutante"; "El gourmet del infierno"; "Ángeles caídos"; "Territorio canibal"; "Sindrome del trapecista"; "La luna en fez"; "Dónde estas?"; "El pibe de los astilleros"; "Flores secas"; "Tren a Katmandú"; "En el camino"; "Paria"; "Lejos de casa"; "La bestia pop"; "Aves migratorias"; "Oda a la sin nombre"; "Ji ji ji" y "El golem de Paternal".

Eduardo ‘Skay‘ Beilinson se presentó junto a su banda los Fakires en el teatro Vorterix. Dos fechas a sala llena en las que se unieron los últimos diez años del gran guitarrista y cantante como solista, con su pasado en el que junto a Carlos Solari lideraba los Redondos. Skay demostró arriba del escenario de Colegiales que todavía no lo pudieron domesticar.