Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Marillion

Juventud extraviada

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Jose Fuño

16 de Octubre, 2012

Juventud extraviada

El grupo inglés de rock progresivo repasó sus clásicos y presentó su nuevo disco Sounds that can’t be made, ante un Teatro Vorterix colmado.

Mientras en 1983, Genesis decidía tomar un nuevo camino hacia el rock/pop, en Aylesbury, Inglaterra, surgía un grupo que encabezado por su vocalista Fish (Derek Dick) tomaría como influencia la esencia progresiva dejada atrás por ese grupo que había contado con Peter Gabriel en sus inicios. Así nacía Marillion –nombre basado en la abreviación de “El Silmarillion“ de J. R. R. Tolkien– que con sus tres primeros discos y su sonido innovador, dominaría la década comercialmente. Para lamento de muchos, en 1988 Fish decide dejar la formación y lo reemplazó Steve Hogarth, guiando el sonido hacia otra dirección, haciéndole frente (y ganándole) a los puristas, que particularmente en este género son miles.

Con un Teatro Vorterix lleno por un seleccionado Sub 55, los ingleses abrieron con “Splintering Heart” y Hogarth empezó con su show: su voz grave copando el lugar, acompañado por un nivel altísimo de teatralización, regido por la interpretación de la lírica que él mismo escribió y que lo hace viajar vaya uno a saber dónde.

La banda, como es una costumbre en Sudamérica, no trajo todo su equipamiento pero aún así, suena muy potente y calibrada. Cae el primer clásico con “Slàinte Mhath” y pegado “You’re gone” con Steve Rothery  marcando la melodía en su guitarra usando el eBow –el que toca Ricardo Mollo en “Par mil”- y pelando un solo gilmouriano en “Sound that can’t be made”, tema que le da nombre a su última placa.

En la balada “Beautiful”, el vocalista relata su visión sombría y positivista de la vida, con líneas como “Todo el mundo sabe que vivimos en un mundo donde le damos nombres feos a cosas hermosas”. La atmósfera que genera el grupo con el combo de los sintetizadores de Mark Kelly, las violas de Rothery y los coros del bajista Pete Trewavas, se rompe con la rabiosa y fuera de libreto “Hooks on you”.

Después de varios años fuera del setlist de Marillion, volvió a sonar "Kayleigh", el hit de la Era Fish que llegó al Nº2 de los charts en Inglaterra. El público se hizo cargo de cantarlo casi en su totalidad, Hogarth cedió ese momento a los fans y les entregó el micrófono y el protagonismo, al igual que en “Lavender”. Dos canciones de Misplaced Childhood (1985), el álbum que le peleó palmo a palmo a Synchronicity de The Police, y The Joshua Tree de U2 ser el mejor disco de los ‘80, y que es elegido siempre en el top 10 de LP’s que marcaron a los amos y reyes de lo progresivo, como son los Dream Theater.

Al final Hogarth se volvió a tomar en serio la interpretación de las letras y con la oscura  “The Invisible Man” retomó el trance, en un momento súper intenso que entregó Marillion. Para cerrar, a pedido del público, llegaron “No One Can” y la acústica "Easter".

Los ingleses retornaron al país y mostraron que siguen en un gran nivel, que el rock progresivo sigue convocando y que se puede cambiar, a pesar de los pragmáticos…



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