Logos
Logos es la palabra de Verdad
Cronista: Gentileza: Gaston Magallanes | Fotos:
Beto Landoni
20 de Septiembre, 2005
Con una buena dosis de rock pesado y una propuesta interesante, El Teatro de Colegiales recibió a muchas almas con sed de energía. Logos volvió. Y está impecable
El ardiente metal se hizo presente para afirmar que la llama sigue encendida a pesar del paso del tiempo. La primera de dos fechas para la banda de Alberto Zamarbide hizo vibrar a todo el público. Se apagaron las luces y al grito popular de “logos, logos”, se abrió el telón y el grupo arrancó con Marginado. Y así surgió una sucesión de candentes temas, uno más aclamado que otro, hasta que se entabló el primer diálogo con su gente: “Esto ya no es marginado. Ahora son excluidos”. Y mientras los puños estaban bien en alto, Arden en el Cielo dio paso al primer sólo de guitarra de la noche.
La primera voz del metal en Argentina fue presentando uno a uno a los artistas. El regreso de Logos tuvo algunos cambios respecto de los que registraron los únicos tres discos de principio y mediados de los ´90. El eterno Miguel Roldán en guitarra no perdió un ápice de magia. Walter Scasso en bajo y Marcelo Ponce en batería fueron los nuevos integrantes que hicieron saltar y emocionar a toda la gente. Además, con intermitencia, se vió en las tablas a Dario Rocce en teclados.
Los cuatro músicos en escena demostraron su virtuosismo por separado. Así fue que La industria del Poder, fue el programa para apelar a todo lo que saben. El primero fue Walter que con su bajo hizo templar a la audiencia. No hace falta mencionar lo que Miguel hizo con la viola. Pero lo mejor fue el solo de batería. A un ritmo incansable y demoledor Marcelo dejó en claro por qué está tocando en Logos.
Fue una noche en que la sala no estaba llena del todo. Aunque hay que aclarar que en la fecha del día siguiente sí se agotaron todas las entradas. La banda tocó todos sus clásicos (con sólo dos discos ¡todos son clásicos! No?) y presentó dos nuevos. “tenemos que grabar por que nos van a matar”, bromeó Zamarbide.
El verborrágico cantante mostró todo su furia con las corporaciones. Tiró dardos para esos blancos. Pero para qué hacer hincapié en eso si con la letras alcanzan. Una sucesión que incluyó un total de 17 temas en la lista oficial. Necios, En la Ciudad Violenta, Decide por ti Mismo o No te Rindas fueron algunos de los que tocaron la noche del viernes.
No faltó la reivindicación roquera a Pappo. Dedicaron Ven a la Eternidad y el público bramó de alegría por el Carpo. No faltó nada. Un show impecable en lo musical e intenso para los corazones de las huestes metaleras. Para el final llegó el momento de Cómo Relámpago en la Oscuridad. Pero para sumarle emoción Beto recordó que mientras él con V 8 tocaba en el Barrock del ´82 a pocas cuadras en la ESMA estaban asesinando a muchísima gente, “llego un pibe y me mostró una medalla. Me dijo que estuvo en Malvina y de ahí salió esta canción”: Deseando Destruir y Matar.
La nueva etapa de Logos está comenzando. “Por qué volvió Logos”, comenta el cantante “ Porque Logos significa Palabra. Y la palabra está totalmente desprestigiada. Logos es la palabra de Verdad”. La palabra del líder para sumar prestigio a su banda.
La primera voz del metal en Argentina fue presentando uno a uno a los artistas. El regreso de Logos tuvo algunos cambios respecto de los que registraron los únicos tres discos de principio y mediados de los ´90. El eterno Miguel Roldán en guitarra no perdió un ápice de magia. Walter Scasso en bajo y Marcelo Ponce en batería fueron los nuevos integrantes que hicieron saltar y emocionar a toda la gente. Además, con intermitencia, se vió en las tablas a Dario Rocce en teclados.
Los cuatro músicos en escena demostraron su virtuosismo por separado. Así fue que La industria del Poder, fue el programa para apelar a todo lo que saben. El primero fue Walter que con su bajo hizo templar a la audiencia. No hace falta mencionar lo que Miguel hizo con la viola. Pero lo mejor fue el solo de batería. A un ritmo incansable y demoledor Marcelo dejó en claro por qué está tocando en Logos.
Fue una noche en que la sala no estaba llena del todo. Aunque hay que aclarar que en la fecha del día siguiente sí se agotaron todas las entradas. La banda tocó todos sus clásicos (con sólo dos discos ¡todos son clásicos! No?) y presentó dos nuevos. “tenemos que grabar por que nos van a matar”, bromeó Zamarbide.
El verborrágico cantante mostró todo su furia con las corporaciones. Tiró dardos para esos blancos. Pero para qué hacer hincapié en eso si con la letras alcanzan. Una sucesión que incluyó un total de 17 temas en la lista oficial. Necios, En la Ciudad Violenta, Decide por ti Mismo o No te Rindas fueron algunos de los que tocaron la noche del viernes.
No faltó la reivindicación roquera a Pappo. Dedicaron Ven a la Eternidad y el público bramó de alegría por el Carpo. No faltó nada. Un show impecable en lo musical e intenso para los corazones de las huestes metaleras. Para el final llegó el momento de Cómo Relámpago en la Oscuridad. Pero para sumarle emoción Beto recordó que mientras él con V 8 tocaba en el Barrock del ´82 a pocas cuadras en la ESMA estaban asesinando a muchísima gente, “llego un pibe y me mostró una medalla. Me dijo que estuvo en Malvina y de ahí salió esta canción”: Deseando Destruir y Matar.
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