El Oso Medina

Alejandro Medina, bajista de reconocida trayectoria en la historia del rock local, se presentó el pasado jueves en el reducto rockero The Road

El sitio era ideal ya que, fuera de su poca capacidad, simulaba una especie de cueva como la que durante tantos años albergó a este gran oso de bigote mexicano además de otros como Tanguito, Moris y Davis Lebón. Integrante de Manal, Aeroblues y Sui Generis, Medina tuvo una convocatoria alta (en edad y en personas) que incluyó a destacados artistas y personalidades de este país.

Una de ellas fue Claudia Puyó, que al subir al escenario cautivó a todos los presentes con sus agudos al mejor estilo Janis Joplin, Ricardo Tapia (que se cortó de Batman, cuak, uy, ya lo escribí, bueno mala leche), el Alambre González (un pedazo grande del rithym and blues local que estuvo en los comienzos de Divididos), Oscar Moro (batero de Los Gatos y de Serú Girán) y el periodista del programa musical Vinilo, Alfredo Rosso, desfilaron contentos por un show que, a ase de un hard blues potente y encantador, sedujo a propios y ajenos al bajista.

Algunos de los temas que interpretó el Negro durante su hora y media de show fueron "Einstein", "Un trago de whisky", "Necesito luz" y "Solo y perdido". Algunos de ellos en compañía de su mujer Lola que, a caballo de una garra pasional y una voz de barrios bajos, supo acompañar con creces a su pareja durante el transcurso del recital.

Fue una noche donde las estrellas brillaron por sí mismas, donde el viejo Led Zeppelin tuvo en las manos de Medina una versión local de gran virtuosismo. Una noche en la que El Oso despertó, luego de hibernar durante mucho tiempo, con gran fuerza, entusiasmo y, tal vez, un poco de ron.

Para tener en cuenta, quienes no encontraron en los discos actuales algo que los motive, vayan un poco para atrás y conéctense con toda esa historia que, en definitiva, es la misma que cuentan ahora pero con otra voz.