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La cita de por sí ya era interesante. Acercarse a Palermo para disfrutar de un show acústico tenía muchos sabores. Más para ver a una banda como Blues Motel. El clima era un anticipo de lo que sería una noche muy cálida. El lugar: ideal.

No es común que el público de rock sea acompañado hasta sus mesitas por una acomodadora, pero...soy de los que piensan que en la comodidad esta el buen show. Y no fue un mal presagio ya que durante las casi las dos horas y media que duró el recital fueron muchos las cosas que pasaron por las cabezas de los que siempre asistieron a los shows de estos artistas descuidados por la prensa.

Fue una noche encantadora, sí con este adjetivo tan poco rock si se me permite, pero lo fue. Una presentación donde esos temas que sólo encontraban lugar en las casas de los concurrentes se hicieron presentes para convertirse en canción. Así pasaron algunos como "Llena de alma" enganchada al stone "Sister Morphine", "Buscando" y una hermosa "Nunca tuve que buscarte".

La gente entendió el tipo de evento y se acopló con la mejor onda. Durante el recital pudo verse cómo el grupo maneja con gran soltura este tipo de espectáculo y lo bien que les sienta. Puede entenderse que Blues Motel es una banda de rock and roll, pero hay que apreciar y a la vez felicitar a un conjunto que detrás de un jardinero de buenas producciones puede desarrollarse limpia y prolijamente en una versión tranquila sobre un escenario.

"I got the blues", una siempre esperada "Hasta volver a tocar" y "Zapatos" en versión desenchufada, se sucedieron por el principio del evento. "Entonces desperté" (esperado por muchos), aterrizó sobre un escenario en el que las innovaciones no faltaron. Antes del primer corte, "No parece extraño" y "Ya ves" de la autoría de Ariel Herrera (bajo), a mi gusto mejor tema de su última placa y muy festejado por la gente. Hasta este momento ya era un regalo poco imaginado. Pero la cosa no quedaba ahí ya que el show se prolongó por otra hora y media más.

"Brujos" y "Ese chico llora igual", en formato reggae, volvieron a prender las luces de los presentes, ya que las del lugar prefirieron no aparecer para darle un clima ideal al suceso. Más tarde "Aunque a veces", donde Adrián Herrera (guitarra) se calzó el traje de crooner y con una voz afinada, sostenida por una perfecta segunda voz de Gaba (voz), sorprendió a más de uno.

Para el final, como ya nos había anticipado Adrián, quedaron algunos clásicos: "R&R en la carretera", "Ángel" y "Miro", todos en compañía del slide guitar más grandel país, Miguel Botafogo, que fue y vino durante todo el show

En resumen, éste fue un paso importante en la carrera de Blues Motel, ya que no sólo volvieron a revalorizarse como una de las mejores bandas de rock del país sino que abrieron la puerta de su lado más cancionero. Un formato en el que pueden exponer más su pasión por la música.