Trajeron sus propias bombas

Después arrasar con su presentación en el festival de Rock in Rio, System of a Down arribaba al país por primera vez en 13 años. La noche del miércoles, un GEBA colmado y eufórico los esperaba con los brazos abiertos, cantando las estrofas del Himno Nacional Argentino. El grito de guerra de “O juremos con gloria morir” servía para festejar la ausencia del campo VIP, que no se lleva muy bien con los fanáticos metaleros.

A las 21:30 un gigantesco telón blanco cubría el escenario, en el que se proyectaba el nombre de la banda. Luces blancas, relampagueantes como flashes, dejaban entrever las sombras de los músicos, que amagaban el riff de “Prison Song” hasta que el grito de ¡Vamos! de Serj Tankian, reventó el lugar.

Después de la intro de “Soldier Side” cantada por el guitarrista Daron Malakian, la intensa “B.Y.O.B” provocó no menos de cinco rondas donde la gente literalmente ardía, con un Tankian que aprovechó para cambiar la letra: “Having a really good time…in Buenos Aires”.

SOAD te pasa por encima. Sus melodías originadas por su ascendencia armenia, mezcladas con lo más demente del metal alternativo, forman una combinación nociva. La banda suena compacta y frontal...muy frontal. Malakian no sólo es un gran guitarrista, sino que completa el formulario bailando, cantando, arengando, puteando y seduciendo a su instrumento con varias poses, casi sexuales. Tankian canta frases a 120 kilómetros por hora y sostiene su voz en tonalidades altísimas, mientras que Shavarsh Odadjian en bajo y John Dolmayan en batería, forman una  pared sonora irrompible.

Pasaron “Needles”, “Deer Dance” y “Radio/Video” con la frase “Hey, mirame rockeando en el video” recordado quizás el 2001, cuando sus video copaban todos los charts. “Question!” mostró el lado sensible del grupo con su desgarrador estribillo, a la vez que con su hit “Chop Suey”, agregaron un nuevo significado al diccionario junto al de “comida china”: clásico del metal alternativo…

Durante la balada “Lonely Day”, el maquinista de la línea Mitre- que pasa junto a GEBA- detuvo la formación para apreciar a los 25.000 metaleros cantando junto a Malakian. Claro está que los que no detuvieron su motor fueron los SOAD, que continuaron con “Forest” y “Science”.  

Antes de “Holy Mountains”, Tankian dio un discurso repudiando la violencia y las dos guerras mundiales, una constante en sus letras y algo lógico si vemos la historia de sus antepasados, víctimas del genocidio armenio en manos de los Jóvenes Turcos.

“Cigaro” aportó su sonido ultra-violento, con una letra llena de humor (tranquilamente la pudiese haber escrito Capusotto) alardeando sobre el tamaño de sus miembros, seguido por “Suite Pee”, “War” el archiconocido “Toxicity” y “Sugar” para cerrar la noche.

System of a Down llegó a Argentina por primera vez, repasó su carrera tocando 30 temas sin parar, sin hacer bises y metiéndose al público en el bolsillo con 0% de demagogia… como debe ser.