Que bien te va

El numeroso público juvenil (en su mayoría femenino) se iba acurrucando con mucha ansiedad y una firme sonrisa en su rostro, ya sabiendo que los esperaba una noche placentera viendo a su banda favorita. Y para disfrutar ese presente, nada mejor que romper el hielo con “Hoy es ahora”, arengador tema del nuevo disco que sirvió para darle la bienvenida al concierto. Las palmas pedían más agite de la mano de esa chacarera porteña que es “Paisano del adoquín”, dueña de una acertada letra que puede interpretarse de muchas maneras pero que sin dudas identifica a varios habitantes de la gran ciudad.

Al cuarto tema recién el cantante Hernán Saravia habló con su gente en lo que fueron casi las únicas palabras de la noche hasta el final del show, como para seguir al pie de la letra el mensaje del siguiente tema, el reggae “Bla, bla, bla”. Después el guitarrista, charanguista y banjista (¿o banjoista?) Lucho Katz tomó el centro del escenario y su propuesta de “vamos a hacer una canzonetta” sirvió para que todo el lugar le responda con una de las mayores ovaciones de la jornada, al tiempo que tomó la voz cantante y arremetió con “Alma en pena”, generando así un gran clima en todo el lugar.

Siguieron sucediéndose las piezas del nuevo álbum a medida que de a poco el sonido se terminaba de ajustar, con “Buscando sin esperar” y “Mediatización” como los más gancheros, y “El escapista” y “Arlequines” dando el toque de calidad en cuanto a su música y su lírica, mostrando el lado más introspectivo y oscuro del nuevo trabajo, delatando así una búsqueda de diferentes caminos más allá del combo típico que tanto alegra a su gente. Entre medio se colaron viejas piezas: “Tres minitas” trajo baile y carnavalito, y “Serena” invitó a todos a sentarse y escuchar.

La última parte del show fue pura energía, aquella que emana la banda con su trabajo tanto arriba del escenario como también afuera del mismo. Y el público respondió con toda la onda siempre, logrando que esa sea una clara particularidad propia. La guitarra en La Mayor de “La mañana del mañana” nos transportaba al futuro, pero luego llovieron las ofertas más festivas: a saltar con “A otra cosa” y “De vuelta”, y a bailar con “Que bien te va” y “Dando pasos”. También subió a escena Lucas Villafañe de Karamelo Santo con su acordeón, el único invitado de la jornada.

La noche se consolidaba y la sonrisa pintaba la cara de todos los integrantes de Pampa Yakuza y también de sus seguidores, pero hubo tiempo para más ya que el charango tomó protagonismo para revelar que se avecinaba el final con el tridente “Brillante sol”, “Juntos” y “Carnaval para tu desconsuelo”. Al compás del “que te anda pasando” la banda cerró su ritual, y todos bajaron al campo para saltar y cantar con su público en esa ceremonia ya histórica en cada show. No quedó tiempo más que para aplausos y para que todos, tanto músicos como espectadores, se retiraran contentos del boliche de Colegiales.

Pampa Yakuza presentó las canciones de Singularmente en el marco de un gran clima generado en El Teatro Colegiales, a partir su combo diverso basado en la variedad de estilos, y también de la buena vibra que fluye tanto arriba como abajo del escenario.