Motley Crue
Hacia el lado salvaje
Cronista: Fernando Canales | Fotos:
Jose Fuño
19 de Mayo, 2011
La banda de Los Ángeles tocó en el estadio Malvinas Argentinas, con Buckcherry como banda invitada
Mötley Crüe ha sido a través de la historia, injustamente encasillada como una banda de glam metal. Es verdad que llena el formulario con algunos clichés (maquillaje, pelos batidos), pero el tiempo se encargó de romper esa barrera. Sino miremos a Metallica que después de escuchar Dr. Feelgood dijo: “Nosotros queremos sonar así”. Y terminaron contratando a Bob Rock, productor del disco, para que trabaje en su famoso Álbum Negro.
Los cuatro Mötley coparon el escenario del Malvinas el jueves por la noche: Vince Neil, quien conserva la voz pero no su figura, Tommy Lee y su bombo gigantesco, Nikki Sixx –bajista, compositor y piedra fundamental del grupo- y Mick Mars con su galera y su guitarra, dándole con todo a la palanca en “Wild side”.
Seguido sonó “Saints of Los Ángeles”, pero de santos los Mötley no tienen nada. Si no repasemos la gira que hicieron junto a Ozzy, donde Nikki competía con el rey de las tinieblas, para ver quien hacia más locuras: Osbourne ganó por KO después de aspirar hormigas. “Live wire” y “Shout at the devil” completaban el doblete de clásicos del hard rock.
Durante este tour el público tuvo la posibilidad de votar y armar los setlists, por eso el show está construido en base a los hits de los angelinos como “Same old Situation” que refleja a la perfección ese estado fiestero de los años 80’.
En un momento Tommy Lee dejó los parches para arengar al público y recordar aquella noche mágica de 2008, con lluvia torrencial incluida: “A ustedes no les importa nada, por eso me encantan, cuando volví a casa, le conté a todos sobre ustedes, ¿les importa si digo que acá me siento como en casa?” Después de esa pregunta, Lee tomó el teclado y le dio forma a la intro de “Home Sweet Home”.
Mick Mars entregó un solo de guitarra algo desprolijo jugando con el delay para pegarle el riff de “Looks that hill”. Sixx respondió al “Let’s do this Nikki” de Tommy Lee, y los dos juntos armaron la base de “Dr. Feelgood” para que la gente pierda la cordura.
El cierre con “Girls Girls Girls (himno de los consumidores de casas de burlesque del Sunset Strip), Smokin' In The Boys Room (cover de Brownsville Station) y Kickstart My Heart, dejaron conformes a los sedientos fans que asistieron a la Crüefest.
La previa
Andrea Álvarez y su trío habían hecho de antesala para que Buckcherry regalara su número antes de los Mötley Crüe. Y por algo fueron ellos los elegidos. La banda de Josh Todd (quien aprendió perfectamente el manual del rock descontrolado que escribió Scott Weiland entre otros) cumplió todas las expectativas con temas como “Dead", "Rescue Me" y "It's a Party", que en su estribillo repite: “Hay una fiesta en camino”, ¿alguna duda de por qué son los pollos de Vince Neil y compañía?
Mötley Crüe retornó a la Argentina con un setlist súper festivo, aunque de alguna forma la agenda rockera y aquel épico show de 2008 le pasaron factura a la hora de vender más tickets.
Los cuatro Mötley coparon el escenario del Malvinas el jueves por la noche: Vince Neil, quien conserva la voz pero no su figura, Tommy Lee y su bombo gigantesco, Nikki Sixx –bajista, compositor y piedra fundamental del grupo- y Mick Mars con su galera y su guitarra, dándole con todo a la palanca en “Wild side”.
Seguido sonó “Saints of Los Ángeles”, pero de santos los Mötley no tienen nada. Si no repasemos la gira que hicieron junto a Ozzy, donde Nikki competía con el rey de las tinieblas, para ver quien hacia más locuras: Osbourne ganó por KO después de aspirar hormigas. “Live wire” y “Shout at the devil” completaban el doblete de clásicos del hard rock.
Durante este tour el público tuvo la posibilidad de votar y armar los setlists, por eso el show está construido en base a los hits de los angelinos como “Same old Situation” que refleja a la perfección ese estado fiestero de los años 80’.
En un momento Tommy Lee dejó los parches para arengar al público y recordar aquella noche mágica de 2008, con lluvia torrencial incluida: “A ustedes no les importa nada, por eso me encantan, cuando volví a casa, le conté a todos sobre ustedes, ¿les importa si digo que acá me siento como en casa?” Después de esa pregunta, Lee tomó el teclado y le dio forma a la intro de “Home Sweet Home”.
Mick Mars entregó un solo de guitarra algo desprolijo jugando con el delay para pegarle el riff de “Looks that hill”. Sixx respondió al “Let’s do this Nikki” de Tommy Lee, y los dos juntos armaron la base de “Dr. Feelgood” para que la gente pierda la cordura.
El cierre con “Girls Girls Girls (himno de los consumidores de casas de burlesque del Sunset Strip), Smokin' In The Boys Room (cover de Brownsville Station) y Kickstart My Heart, dejaron conformes a los sedientos fans que asistieron a la Crüefest.
La previa
Andrea Álvarez y su trío habían hecho de antesala para que Buckcherry regalara su número antes de los Mötley Crüe. Y por algo fueron ellos los elegidos. La banda de Josh Todd (quien aprendió perfectamente el manual del rock descontrolado que escribió Scott Weiland entre otros) cumplió todas las expectativas con temas como “Dead", "Rescue Me" y "It's a Party", que en su estribillo repite: “Hay una fiesta en camino”, ¿alguna duda de por qué son los pollos de Vince Neil y compañía?
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