Cada disco mejor

Hablar de Vudú es hablar de rock puro, crudo, que con el paso del tiempo deja una huella mucho más profunda, más sólida en la música que identifica a Rosario, y que se abre al país. El show de presentación del disco La corte de la mediocridad fue una dosis muy alta de esas vibraciones musicales y una muestra de que el cuarteto rosarino crece, madura, sigue deslumbrando.

Este disco no sólo sorprende con el nombre, sino también con el cambio de look de su cantante Ike Parodi, que identificó por más de una década a la banda con su melena a lo Plant, pero electrizada. Ahora también apaciguó esos alaridos de Parodi (una voz que no es voz, sino un don) y sentó cabeza en un acorde parejo, ya sin tanto rock vibrante y sin baladas empalagosas entre guitarras. Hay once canciones de rock adulto, que muestra a los músicos y a su ciudad tal cual son.

El show de presentación tuvo lugar en Willie Dixon, y poco antes de las 2 de la madrugada, uno a uno de los Vudú apareció en escena al ritmo de “Supernova”, tema del disco anterior, Picaseso, una placa editada en que cumplió con su título y se apoderó de cada neurona a la que llegó con un voltaje muy alto de rock. Así fueron subiendo al escenario Nahuel Antuña (bajo), Mario Laurino (batería), Willy Echarte (guitarra) y Lucas Russo (teclados invitados) y el último en aparecer fue Parodi, quien para el segundo, tercer y cuarto tema le dio cuerda al disco nuevo, ése que había llegado a la ciudad con apenas unas horas de anticipación, pero que algunos de los temas que se habían filtrado por versiones extra oficiales y permitió que los pibes se supieran todos los temas de esta Corte, que tuvo una bienvenida de casi tres horas.

Fue así como siguieron “Capitán Decibel”, “Anda el pobre” y “Muerte al rey”, tema que trata el nombre del disco y que pone a flote, una vez más, a una sociedad alienada. "Muerte al rey” o el conocido “que se vayan todos” es la crítica de Vudú al grito  masivo, sin fundamentos, sin jugársela. A Vudú eso le molesta y lo dice.

A lo largo del show subieron como músicos invitados aquellos que han tenido que ver con la historia de la banda, como Caburo (“el hombre del blues”, como lo definieron) y el guitarrista y compositor Fabián Gallardo.

Como toda postal rockera, el Dixon explotó con los clásicos. Ocurrió con “Kiosco y porrón” y “Madame Safó” (ambos de Sueños eléctricos, 2004), “La Buena Medida” (del primer disco, Vudú, 2003), además de los más nuevitos como los power “El viaje” y “Vino blanco” (los dos de Picaseso) y fue una muestra más de la trayectoria que tiene Vudú al jugar de local y la relación que se fue construyendo en estos once años. “Anda el pobre” y “El Garca” también sonaron en el Dixon entre las libertades que se dieron los músicos de lucirse individual y grupalmente.

No hay vueltas que darle, señoras y señores. Vudú no se escucha, se siente. En “Los Fantasmas” los solos de cuerdas y la voz de Parodi justo en la mitad de la canción te obligaban a cerrar los ojos y dejarte llevar por esa música. Por otra parte, “El vuelo” fue un bálsamo a la madrugada lluviosa que se vivía fuera del Dixon. “Llueve a baldazos así que no van a poder salir, cantemos un rato más”, dijo Parodi cerca del final del show, cuando todos allí habían tomado conciencia del temporal en el exterior.

“Tie Your Mother Down”, de Queen, fue el cierre del show. Una reunión de fanáticos y de amantes de la buena música que dejó a los oídos agradecidos y las gargantas exhaustas. Amigos de los Buenos Aires, cuando Vudú retome las tablas porteñas, ¡¡háganse el favor y no se los pierdan!!

TXT: Gentilza Luchy Sosa desde la Ciudad de Rosario
Fotos: Gentileza Fabi Sylvester