Para Hendrix que lo mira por TV

Es domingo a la tarde y el estadio Malvinas Argentinas se tiñe con una mezcla entre glam rock, pantalones de cuero, tachas y esa ajustada remera que tenías guardada en el placard con el nombre de tu banda favorita. Slash, el último gran guitar hero, se presenta una vez más antes un estadio colmado a tope y la efervescencia de un público que reclama hits y espera escuchar mucho, pero muchísimo rock. Y al final de la noche todos tendrán lo que vinieron a buscar

La apertura estuvo a cargo de Viticus, y la elección fue por demás acertada. “Voy a pasar a buscarte”, “Señor Rock and Roll” y la aclamada “Mucho por hacer” entre otras, fueron el combo perfecto para el precalentamiento. La poderosa batería de Francisco Isola en armoniosa combinación con el bajo de Vitico y las tres guitarras a cargo de Ariel Rodríguez, Nicolás Bereciartúa y Sebastián Bereciartúa hacen de esta banda un sólido exponente del rock pesado de nuestro país. Realmente da gusto poder verlos en vivo.

A las 20:50, con una breve intro de video mediante, Slash y su banda salieron a escena. “Ghost” de su nuevo disco homónimo, fue la elegida para el comienzo y siguieron “Mean Bone” del segundo disco de Slash Snakepit titulado Ain't Life Grand y una de Velvet Revolver, “Sucker Train Blues”. “Nightrain” dio comienzo la primer tríada de temas gunners, que se completó con “Rocket Queen” y “Civil War”. El público estaba enardecido.

Si bien esta nueva placa cuenta con la participación de un equipo músical de grandes ligas como Iggy Pop, Dave Grohl, Chris Cornell, Lemmy de Motörhead y Ozzy Osbourne entre otros, dentro de este seleccionado musical Slash eligió a Myles Kennedy (cantante de la banda Alter Bridge) para que lo acompañe en varios temas del álbum y a su vez lo invitó como cantante de la gira de presentación. Kennedy cumple su rol en forma simple pero desenvuelta a la vez. Canta sin demasiadas presiones, le pone su impronta vocal a cada uno de los temas y deja en claro en cada momento quién es la estrella. Los otros músicos que compartieron el escenario fueron el desenfrenado Todd Kerns en bajo que interpretó “Dr. Alibi” rondando la mitad del show, el discreto Bobby Schneck en guitarra y Brent Fitz (ex Alice Cooper) en batería.

La lista siguió con “Back from Cali”, “Starlight” y la instrumental “Jizz Da Pit”, que permitió apreciar durante más de 15 minutos el virtuosismo de Slash. La colección de solos guitarreros se vio completa con los clásicos “My Michelle”, “Patience”, una rara pero interesante versión del tema de la película “El Padrino” y la multipogueada “Sweet Child o´ Mine”. Como perlita tocaron la agradable “Rise Today” de Alter Bridge, banda de Kennedy, y “Slither” de Velvet Revolver. El cierre a puro despliegue musical con “Mr. Brownstone” y el público tarareando los solos de guitarra y “Paradise City” donde el estadio completo se puso de pie y no dejó de cantar y saltar.

El arte de Slash con la guitarra, combinado con una excelente lista de temas (la medida justa de cada una de las bandas de las que formó parte) y un grupo de músicos con el carisma y la consistencia necesaria para acompañar al guitarrista, hicieron de la noche del domingo una velada a puro a rock. Se dice por ahí que hasta el espíritu de Hendrix vino a hacer pogo.

TXT: Anabella Reggiani