Si Salta es la linda, Córdoba es la rockera

Como a lo largo de la última década, se sabe que por estas fechas de febrero se vive rock en las sierras. En esta edición, en el Aeródromo de Punilla, pero con la postal del río siempre firme en cada Cosquín Rock, con los cientos de puestos de venta que te imagines, desde bebidas y comidas hasta calcomanías y rastas.

La cálida tarde del viernes 11 de Febrero nos presentaba a  4 Al Hilo en el escenario principal, con temas como “Al caer” y “Deja de soñar”. "Es indescriptible abrir este festival” dijo Franco, el cantante, antes de terminar con "Sentado en el café” y “Vivo de noche”.

Mientras Cola De Pato se preparaba para subir al escenario, el heavy se apoderaba del ritmo del Cosquín Rock con Astenia, pero luego fluyó una energía a rock, a melancolía, a recuerdo. Abrieron con "Volando bajito” y presentaron a Superman Troglio para homenajear a Alejandro Sokol, con "Escaleras" de Las Pelotas y "Haciendo pie", tema con que Cola de Pato tituló su disco y en la que participa elrecordado Bocha.  El momento más potente fue el final del show llego con el cover de “Nuestro amo juega al esclavo”  de Los Redondos.

El hangar es un galpón donde normalmente se guardan las avionetas, el grito que salía del galpón era “el rock vive”, la banda Macadam y los acordes a heavy metal tapaban los acoples de Emmanuel Horvilleur, que repasó canciones clásicas como "Soy tu nena" y "Canción moderna" y se fue entre los desbandes de sonido. En el escenario temático, Mariano Martínez de Attaque 77 subía al escenario junto a Estoy Konfundida, una banda de cuatro mujeres, e interpretaron “Ninja” y “Yo tendría”.

Estelares tenia la clásica guitarra celeste sobre el escenario y paralela la acústica, ambas de Manuel Moretti, que eligió "Eléctricos duendes" para empezar el show. A "200 monos" la titularon como una balada oscura cuando se puede quedar a salvo de los excesos. El cantante pasó de la eléctrica a la acústica para hacer “Un show”, a la que le pegaron "Melancolía", "Superacción", "Blue jueans cristal" y "El corazón sobre todo", redondeando un muy buen set de la banda platense  

La tarde empezaba a caer y la ruta 38 sufría un embotellamiento clásico, ya sea por el Cosquín Folklore, como por el Cosquín Rock, y a todo esto Walas, el cantante de Massacre hacía de las suyas con un megáfono en la mano en el escenario heavy: “para la prensa especializada masacre es la octava maravilla” dijo antes de presentar uno de los clásicos de El Mamut. Luego bromeó ante cierta tranquilidad del público antes de tocar “Tres paredes” y "Liberación mental".

¿El Cosquin tiene rarezas? Sí, chicas punk corriendo a ver a Calle 13. "¿Qué pasa Argentina?" preguntó René, o Residente, el cantante. “Nadie como tú” sonaba mientras las banderas flameaban, la de los pueblos originarios y una particular que René exibió haciendo referencia a la minería a cielo abierto. Pasó “Vamos a portarnos mal” y otra vez las palabras del cantante:  "este tema va dedicado a toda esa gente que se la pasa criticando, la critica es constructiva, pero ya se pasan". Entonces pasó “Ven y criticame”, antes de “Cumbia de llos aburridos”, “La bala” y “Fiesta de locos”. "Los quiero Argentina, gracias por invitarme a un festival de rock" fueron las últimas palabras del verborrágico líder. Simultaneamente, Carajo le metia rock al escenario heavy con “Los inmaduros”, “Luna herida” y "La última batalla", entre otras canciones.

Los uruguayos de La Vela Puerca sonaban en el escenario principal con “Doble filo”. Luego “El señor”, enganchada con “De bichos y flores”, "Clones" y "Sin palabras" arrancaron una buena noche de los orientales. “Haciéndose pasar por luz”, “Colabore”, "Para no verme mas” y “Va a escampar”, antes de la arremetida de clásicos como "El profeta", "Zafar" y "El viejo".

Babasónicos tomó la posta con todo su glamour y canciones como “Sin mi diablo” y “Pendejo”, mientras en el campo se asomaban los globos gigantes de los auspiciantes. Los seguidores bailaban con "Curtis”, "El loco” y “El colmo”, además de las que no pueden faltar como "Carismático”, “Irresponsable” e “¿Y qué?”. También estrenaron canción nueva con destino de hit, "Fiesta popular", Adrián Dárgelos dedicó "El ídolo" a Gustavo Cerati y llegó el adiós definitivo con "Los Calientes". En el escenario tematico, Attaque 77 arremetia con "Un día en la ciudad", "Setentista", “Gil”, y "Memorias", dedicada a Hijos, Madres y Abuelas por la condena al dictador Videla.

En el escenario principal ya se preparaba todo para el gran cierre de la primera jornada del festival, pero con una gran ausencia, la de Gustavo Kupinski tras un accidente automovilístico en enero, que dejó a Las Pelotas sin su flamante guitarrista sobre el escenario, pero lo llevó con el Bocha a asistir eternamente a todos los shows.

La banda abrió con "Capitán América", en una versión más tranquila que la original y siguieron con "Que podes dar", "Saben" y "Basta", encaradas de encender el fuego entre la banda y el siempre presente público cordobés, que sin embargo no le puso tanto énfasis a "Levanta polleras", acaso acostumbrados a otra vos.

Al finalizar “Como se curan las heridas”, Germán Daffunchio tomó el micrófono y recordó a Kupinski: “Saben que hace poco hay un ángel mas en el cielo, esto es para vos Tavo”, y le dedicó "Pasajeros”. Otro gran tema de Despierta, "Personalmente”, antecedió al bloque reggae, esta vez con "Siento luego existo", "Si supieras" y "Que estes sonriendo".

La temperatura subió con la seguidilla de “Cuando podras amar”, “Corderos en la noche”, “Bombachitas rosas”, “Generación @” y terminó de explotar con “Esperando el milagro”.  Llegando el final, dos de los temas más viejos, "Sin hilo" y "Shine", con Pancho Chevez en armónica, y a refrescarse unos minutos. Volvieron con “Sueños de mendigos” y "Menos mal”, con Gabriela en voz emocionando a quien estuviera en frente. Los organizadores le dejaron cinco minutos más a la banda que aprovechó para levantar con "Hawaii" y recordar a Luca con "El ojo blindado".

Así terminaba la primera fecha del Cosquin Rock, con el clima acompañando estupendamente, con un viento que refrescaba las ideas, ya era hora de emprender la vuelta a algún lugar, dormir un rato y volver a rockear, porque en las sierras es así.

Txt Pablo Ríos