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Primus

Contra las cuerdas

Cronista: Gentileza prensa | Fotos: Beto Landoni

03 de Diciembre, 2010

Contra las cuerdas

El trío liderado por Les “el mejor bajista del mundo por escándalo” Claypool llegó por primera vez a la Argentina, en el marco del festival Tribulaciones Live! 2010, para despacharse con un show todopoderoso en el microestadio de Argentinos Juniors.

“Vamos a salir de acá heridos de bala”, predijo Javier Malosetti, uno de los más reconocidos exponentes nacionales en la disciplina de las cuatro cuerdas, que se presentó junto a su banda Electrohope cuando la tarde se hacía noche, repasando canciones de su vasto repertorio. Además del virtuosismo insoslayable de Malosetti y un equipo que le calza perfecto, la presentación tuvo grandes momentos como una versión de “Money for nothing” de Dire Straits, en donde Javier se colgó un bajo/guitarra doble para descoserla con punteos en los dos frentes.

Cual movimiento sectario, los Secret Chiefs 3 asaltaron el escenario con su líder Trey Spruance vestido de Parca, y sus secuaces listos para la violencia musical a la que acostumbra esta agrupación instrumental, devenida de la locura de los 90´ en Estados Unidos. Barba característica y crucifijo para Spruance, que apuntaló el show con su Fender Telecaster de madera lastimada, acompañado de una banda que recorre los filosos márgenes de la distorsión exaltada con guitarras, o utiliza herramientas no convencionales del death metal como el violín eléctrico de Tim Harris y los teclados de Jai Yong Kim. Así como llegaron se fueron, los jefes secretos.

Antes de que suene el primer manotazo sobre las cuatro cuerdas más generosas del planeta, ya estaban todos locos. Apareció Les Claypool con su sombrero bombín, bigote, chiva y lentes emblemáticos, seguido de Larry Lalonde y Jay Lane, sus compañeros de aventuras. Luego de una presentación dantesca bajo luces violetas, el comienzo fue con “Tommy the cat” fusionado con “The awakening” de The Reddings y le siguió “Here comes the bastards”. Primus es un proyecto experimental que en 2010 cumplió veinte años, con algunos  paréntesis revisionistas en el medio. La tentación de grabar canciones comerciales nunca fue tal para ellos, el objetivo siempre fue la búsqueda de un sonido constituido por tres fuentes de poder que, encabezados por el bajo omnipresente y magistral de Claypool, navegan para encontrar territorios aun no visitados por los mortales, y aprovechan su caudal creativo privilegiado para tocar rock, funk o metal.

La presentación tuvo, como cualquier otro concierto de envergadura internacional, un setlist conformado por las canciones que dieron prestigio al trío californiano: sonaron, entre otras, “American life”, “John the fisherman” y “Pudding time”, de sus primeros discos Frizzle Dry (1990) y Sailing the seas of cheese (1991), o “Over the falls” del recordado Brown Álbum (1997). Sin embargo, el condimento que diferencia a Primus de las demás bandas es el plus experimental en cada momento del show. La interacción espontánea entre los músicos es un recurso que reviste con grandeza cada tema, zapadas de varios minutos donde todo puede pasar. La calidad del guitarrista Lalonde, impulsada por el lugar que le da Claypool para desarrollarse, lo hace el copiloto perfecto para el viaje mental que supone la creación delirante de su música. Hubo tiempo para el solo lírico y poderoso, por si alguien tenía dudas, seguido de uno por parte de Jay Lane, el baterista que parece siempre estar inspirado.

Lo que hace Les Claypool con el bajo, no lo hace nadie. Apariencia de cowboy  pistolero pero elegante, es un maestro de ceremonias al que le sobra carisma y su acento americano cerrado se hace incisivo bajo la lluvia de estímulos sonoros. Pero eso es lo de menos. Sobre el diapasón del bajo, sus dedos hacen maniobras inusitadas que disparan sonidos para todos lados, sin perder una gota de magia. Su habilidad y destreza le permiten variar entre un tapeo descomunal, acordes chiflados y toques armónicos, con milimétrica perfección. Sobre el final, se calzó una careta y trasformó su bastón en vara para hacer sonar un contrabajo/citar eléctrico, al que también le saco chispas. Los bisessions fueron encabezados por “My name is Mud” y “Jerry was a race car driver”, para coronar la presentación con “Harold of the rocks”, cerca de la medianoche.

Primus se presentó por primera vez en nuestro país. El excelentísimo bajista Les Claypool trajo su humanidad y su creación extraterrestre a Buenos Aires para deleitar al Malvinas Argentinas con su rock experimental.

TXT: Gonzalo Rebollo

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