Noche de calor

En una de esas extrañas y al mismo tiempo ya comunes fechas en las que convergen varios grupos de rock en la misma noche, La Chusma fue la banda encargada de cerrar la velada, luego de que José Soba Trío, Chúcaro y Oridios realicen sus shows desde muy temprano en la noche del viernes pasado.

Un sonido muy prolijo, hizo que los buenos temas que deambulaban entre el rock, el ska y la canción, sean festejados de la mejor manera por un numeroso público que se acercó para corear y bailar el set de Oridios que terminó pasada la medianoche dejando el recinto de Villa Crespo bien acalorado y listo para el plato definitivo.

Con un fuerte recambio de espectadores llegó el turno de La Chusma entre malabares luminosos y sonidos murgueros que iban generando una especie de fade in que consolidó el comienzo con el tema “Capitalismo” y muchos músicos en las tablas (hasta un bailarín murguero) aprovechando la amplitud que tiene el escenario de El Marquee. La banda se achicó en número para interpretar “Cachimayo”, y luego “Flor dispara” mostró la faceta más cancionera con la armónica sonando bien presente.

Muchos instrumentos que rotaban, músicos que iban y venían, esporádicos bailes murgueros, papelitos que subían y bajaban en el campo, y un público amigo que cantaba, saltaba y se abrazaba en cada canción fueron el marco perfecto para acompañar la base formada por Cholo en voz y guitarra, Traga en bajo y coros y Lelo en batería. La retribución y el agradecimiento constante de parte del cantante cerraron un círculo que caracteriza la esencia del grupo, que bien a pulmón se mueve desde hace ya cinco años por todo tipo de reductos de la escena porteña y del Gran Buenos Aires, no sólo haciendo rock sino también apoyando numerosas causas sociales.

Ese compromiso social también aparece en las letras, como cuando se escuchó “Pobrecita Lulú” y su letra que cuenta la historia de “una niña de alquiler más explotación (…) alguna vez preguntó como juegan los chicos de su edad”, o los temas “Feliz” y “El hijo del viento” entre otros.

Los temas se sucedían y el público se iba metiendo cada vez más en el show, respondiendo y cantando todas las canciones del disco debut de la banda que se intercalaban con algunas novedades. El formato canción-rock es el que predomina, pero hay destellos de la ya citada murga, el reggae, la balada o el punk. Los muchachos arriba del escenario demuestran siempre estar contentos con lo que va sucediendo, y esto llega a su punto máximo cuando los hermanos de Agustín “Cholo” Sileoni suben para cantar con él la muy buena canción “Sueñitos”, generando uno de los grandes momentos de la noche. También se destacó “Lu”, imbatible tema de su repertorio que hace cantar y saltar a todos los presentes.

Los agradecimientos sólo se terminaron cuando se acabó la música, de la mano del doblete “Solitarios” y “Noche de frío” cuyo nombre nada tuvo que ver con el calor generado por la banda y su gente en la noche de viernes en El Marquee.

La Chusma cerró el año junto su público que llegó desde varios puntos de la ciudad y del conurbano, mostrándose fiel ante la propuesta de la banda.