Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Bon Jovi

Por siempre jóvenes

Cronista: Sergio Visciglia | Fotos: Beto Landoni

03 de Octubre, 2010

Por siempre jóvenes

En el marco de su gira The Circle Tour”, Bon Jovi volvió a Buenos Aires luego de quince años e hizo vibrar durante más de tres horas a 45 mil fans el pasado domingo en River Plate.

Las continuas idas y venidas con respecto al uso del Monumental que se dieron en los últimos tiempos mostraron en el show de Bon Jovi dos características por demás extrañas: en primer lugar, el volumen fue mucho más bajo de lo que habitualmente estábamos acostumbrados, y por otro lado, casi la mitad del campo estuvo vacía, no por falta de gente sino por cómo estaban distribuidas las localidades, con sillas que ocupaban un 60 por ciento del espacio, dejando el resto cerrado para los espectadores. Sin dudas esto último le dio un marco frío, que por suerte duró poco ya que el público se encargó de llenar los lugares disponibles.

Volver a la adolescencia era sin dudas la consigna para todos los que se fanatizaron con la banda allá por los años ´80 y ´90, pero mucho público sub-30 también se hizo presente para congregar una mezcla de generaciones que llegó bien temprano y tuvo que esperar bastante (shows de Los Tipitos mediante) para enfervorizarse ante los primeros acordes del viejo “Blood on blood”, el cual precedió a “We weren’t born to follow”, corte del último disco cuya presentación sirve de excusa para la gira. Saludo del cantante, los alaridos femeninos ante cada gesto, y llegó el primer estallido de la noche con “You give love a bad name”. Allí fue que Jon Bon Jovi tomó la palabra pero para apaciguar las aguas que se revolvían en un campo vip que se desmadraba por el calor y por las vibraciones de un público argentino que no es compatible con las sillas que propusieron los organizadores, quienes parecen no entender que dichas sillas en un campo de fútbol de nuestro país no tienen sentido, pero siguen cayendo (o tirándonos) en la misma trampa.

“In these arms” le devolvió el calor a las almas presentes, en medio de varios temas post año 2000 (o de la era súper pop, comercial y más chata de la banda, como prefiramos decirlo) que marcaron el momento donde la gente se mostró menos efusiva. Una interminable versión de “Bad medicine” entremezclada con “Pretty woman” de Roy Orbison y “Shout” de Isley Brothers, dio comienzo a una lista repleta de hits, ya sea de la primera época de hard rock ochentoso, como de la exitosa y melodiosa primera mitad de los ´90.

En la voz del guitarrista Richie Sambora (perdimos la cuenta de la cantidad de guitarras que utilizó durante todo el show), “Lay your hands on me” marcó una gigantesca foto con todo el público con sus manos en alto. Si bien las mujeres (que no paraban nunca sus gritos cada vez que Jon Bon Jovi aparecía en las cámaras del estadio) eran amplia mayoría, muchísimos hombres dijeron presente y cantaron efusivamente al compás de la música de los muchachos de New Jersey.

Con las grandes baladas “Always” y “I´ll be there for you” el cantante se sintió en su salsa y la platea femenina cayó rendida a sus pies. Entre medio de las dos, “Blaze of glory” se entrometió como la única pieza de los múltiples proyectos solistas de cada uno de los integrantes, y obviamente pertenece a un disco de su cantante, del año 1990, que también sirvió como banda sonora de la película Young guns II.

En un bloque donde los muchachos recordaron que en algún momento la rockeaban bastante, llegó “Runaway” sin el agudo característico de su última parte, ya que si bien parece estar en formol, el cantante ya no llega a ciertos tonos y su voz se mantiene siempre en la misma línea. “I’ll sleep when I’m dead” metió un fragmento de “Rocking all over the World” de John Fogerty, y “Keep the faith” marcó el primer falso cierre, además de mostrar por primera vez en toda la noche la cara del bajista ante las cámaras.

Ahí empezó el pasaje en el que la banda regaló su mejor cara, más distendida y entregando más y más canciones que estaban fuera de lista, alejándose así del típico show frío y con todo programado, dando lugar a momentos improvisados y genuinos, haciendo un set mucho más largo de lo que ofrecieron en los demás lugares de Latinoamérica que superó las tres horas de duración. Así sonó, entre otros, el clásico “Livin´ on a prayer” y, casi a pedido, la banda tocó dos de los mejores temas de su repertorio: “These days” y “Someday I’ll be saturday night”.

Luciendo desde hacía un largo rato la típica camiseta argentina que muestra cada cantante que nos visita, Jon y su banda volvieron una vez más, gritando sin éxito un casi desesperado “Go home!” que precede, ahora sí, al final con el viejo hit meloso “Bed of roses”.

Con una buena puesta visual en donde resaltaron los grandes juegos de cámaras, la banda de New Jersey volvió al país y brindó un caluroso show de poco más de tres horas de duración que dejó a todos los presentes más que satisfechos. Como otra característica, de tinte ecológico, se utilizaron por primera vez en Argentina biocombutibles para abastecer la energía del espectáculo.

Pese a algunos pergaminos que a veces son tildados de dudosos, pese a la liviandad que algunos le acusan, Bon Jovi dio en nuestro país un muy buen show, y se mostró más genuina que muchas otras que nos visitan y que supuestamente son “del palo”.

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