Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Volador G

Experimento: Bicicleta Voladora

Cronista: Gentileza: Pablo Gabriel Krause | Fotos: Beto Landoni

21 de Julio, 2005

Experimento: Bicicleta Voladora

Bicicletas, Volador G y Experimento Loizaga se presentaron en La Trastienda para la segunda fecha del ciclo Under BA. En un concierto plagado de “música experimetal” (o “indie”, como se dice ahora) el rock se hizo extrañar…

El Under BA se muestra como una alternativa para que aquellas bandas que hoy están lejos de participar “en las grandes ligas” puedan llegar a una mayor cantidad de oídos y se muestren como una propuesta interesante. El lugar elegido para la segunda fecha de este ciclo fue La Trastienda, donde ante unas 150 personas, se dieron a conocer algunas de las bandas de las que podríamos denominar “las divisiones inferiores”.

Experimento Loizaga es el proyecto solista de Matías Loizaga, quien fue el elegido para abrir la segunda fecha de este ciclo que presenta bandas nuevas del under porteño. Acompañado por el grupo de los Bicicletas y por su mujer (que actuó como corista), presentó varios temas de su disco “1, 2, 3, Avalancha”.

El estilo musical encuadraría dentro del denominado “indie”, es decir, música tranquila, con la voz de Matías como principal protagonista. El resto de los músicos sirve como un acompañamiento, sobre todo las guitarras, y por momentos es el bajo quien va al frente de la melodía. La batería tampoco rompe con la monotonía, sino que mantiene ritmos bastante similares a lo largo de todas las canciones. Promediando el show, llegó al escenario un percusionista, que ayudó a romper un poco esa sensación de dejadez que predominaba con la batería.

Para los últimos dos temas, un muchacho llamado Felipe (amigo de Loizaga, suponemos) subió a cantar dos temas, dejando en evidencia –sobre todo cuando cantaba en inglés- una clara influencia de Luca Prodan, tanto en la voz como en los movimientos. Esas últimas canciones dejaron un tanto de lado la tranquilidad que venía predominando para inclinarse hacia un costado más crudo que, sin llegar a descontrolar, podía seguirse cómodamente con el piesito.

El toque rockero de la noche lo brindó Volador G, que más allá de utilizar samplers y demás “ayudas” tecnológicas, brindaron un show bastante interesante que los diferenció del resto de las bandas. Contaron además con algo de “público propio”, es decir, gente que conocía a la banda, coreaba las letras y demás, convirtiéndose así en la banda más aplaudida de la noche.

Sobre el escenario también fueron lo mejorcito que se vio. Manejan muy bien la relación entre melodías tranquilas y pasajes rockeros, sin dejar que ninguna tome protagonismo sobre la otra. Además, aprovecharon la ocasión para presentar algunas canciones nuevas, como así también, viejos temas reversionados.

La fórmula se repite a lo largo de los temas, donde la voz (que hace recordar bastante a Richard Coleman, dicho sea de paso) es acompañada principalmente por el bajo o la batería, mientras –durante los versos- las guitarras aprovechan para hacer uso y desuso de la pedalera multiefecto. Pero como se dice en estos casos, ponen lo que hay que poner, y los estribillos, tanto como los finales de la mayoría de los temas, toman una actitud rockera que hasta podría servir para armar algún pequeño pogo si uno quisiese (cosa que algunos intentaron, sin mucho éxito).

Finalmente, presentados por Loizaga y su amigo Felipe (todavía nos preguntamos quién será), subieron al escenario los Bicicletas. Como ya dijimos, la banda era la misma que había acompañado a Experimento Loizaga–a excepción del baterista-, por lo que no había que ser un genio para advinar que el estilo musical sería bastante similar. Y así fue, melodías tranquilas y lentas, pero esta vez acompañadas por un cantante con una voz extremadamente aguda, que por momentos daba la impresión de un registro femenino.

Una vez más, la voz iba al frente y los músicos eran un mero acompañamiento a las palabras, lo que –debido al registro del cantante- hacía que la banda carezca de potencia y personalidad . Sobre el final del show, brindaron su propia versión del clásico “I love rock & roll”, donde el abuso de sonidos de sampler y los agudos de la guitarra llegaron al límite de lo soportable. Igualmente los chicos se dieron el gusto de hacer un set de bises, después del clásico amague a dejar el escenario.

Conclusión, a juzgar por lo visto en La Trastienda, el under no nos espera con demasiado rock. Experimento Loizaga y Bicicletas van por caminos similares, que bien podrían interesarle a cualquier fan de Miranda, en cuanto quiera escuchar un poco de batería y tirarse a tomar un trago con su pareja en el living de la casa. Volador G, por otro lado, muestra un enfoque distinto, que sin llegar a ser revolucionario, logra congeniar los samplers con acordes más rockeros, y puede llegar a cautivar a gente interesada en cualquiera de los dos géneros.
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