Soñando para ser libre

Rock duro, camperas de cuero, tachas y mucho macho con chapas largas (entre alguna que otra mujer metalera acompañante), así era el ambiente de La Trastienda el sábado por la noche. ¿Por qué? ¡Tocaba O`Connor! A lo largo de casi 100 minutos de show, sin dar muchas vueltas ni explicaciones, repasaron en 20 temas al palo su discografía, haciendo hincapié en su último disco, Naturaleza Muerta (2008)

Para comenzar la noche, Tristemente Célebres, la banda de Eduardo de la Puente, salió a calentar el escenario  con un set de 30 minutos aproximadamente, en el que fue el anteúltimo show de su batero, Jorge Cimino. 

Pasadas las 21 hs, con gran parte del público ya presente y pidiendo a gritos: “O`Connor, O`Connor” salió a escena uno de los íconos del metal argentino, Claudio Alberto Castro, mejor conocido como Claudio O`Connor, vestido con la ya característica musculosa de esqueleto,  con “Pagando por tu actitud”, canción que abre el último disco de la banda. “La sangre corrió, un rio hecho de plata. Tantos hermanos se hundieron bajo su agua, Pánico y terror, y yo aquí”: con “1976”, la banda retrató una de las épocas más difíciles que le tocó vivir al pueblo argentino.

Continuaron con “Una pena en Godoy Cruz”, “Cuantas palabras”, “Jungla” y “No tenemos opción”, con los que repasaron su primer disco, Hay un lugar (1999), Dolorización (2002) y la última placa.

Luego llegó el momento de uno de los primeros tributos de la noche con “Del camionero”, (No sólo a los camioneros, también a Hermética), a lo que siguió el tema que fue pensado para que lo cantara Pappo, “Rock del suicida”, luego “Tus sermones”, “Se parece mucho a vos” y “Tecnósfera”.

El segundo tributo de la noche, llegó de la mano de “Grito de pilaga”, de Justicia o Resistencia (1996) de Malón, la anterior banda de Claudio que armó con la última formación de Hermética.

Con un sonido potente, prolijo y ajustado, la banda formada también por Pablo Naydón en batería, una especie de Geezler Butler, Hernán García en bajo, y el ya mencionado gran guitarrista, Dario Casciaro, siguió con “Camino a ciegas”, “Jardín de la eternidad”, “Si soy un hombre real”, “Sangre para el rey”, “Emboscando al mundo” y “Hasta ser libre”.

Cuando llegó el turno de los bises, la banda cerró el telón para luego volver con la furia de “Otro día para ser” (el tercer y último tributo de la noche), para luego terminar con “Se extraña araña” de su último disco.

Apoyado en una muy buena banda, O’Connor repasó su carrera solista y también citó a las bandas emblemáticas del heavy nacional de las que formó parte

TXT: Francisco Anselmi