En la suya

Los caminos de la vida no siempre unen a las personas, no tienen en cuenta, ni los lazos familiares ni las historias. Por eso es que mientras que Luis Alberto Spinetta preparaba un show bien rockero en Nueva York, su hijo Dante, alejado tanto en estilo como en distancia, llenaba La Trastienda para mostrar su nuevo material. Ale Sergi de Miranda!, su hermana Catalina y Emmanuel Horvilleur, ex compañero en Illya Kuryaki and the Valderramas, adornaban el lugar mientras se mostraban expectantes.

A las 21:40 “Pyramide”, el tema que da nombre al álbum, inició la fiesta de uno de los máximos exponentes del hip-hop nacional. Una banda súper ajustada lo acompañaba con nombres que sobresalen como Ana Pau en coros, Carlos Sala (el asesino de congas) en percusión y Rafael Arcaute productor de Calle 13 en teclados. “El Dante está en la casa, el que no baila es policía” amenazaba el MC, usando retórica de Pablo Lescano para calentar el ambiente, seguido de “Me kiere no me kiere” y “En la Mía”.

Distancia, vagancia y elegancia eran las palabras elegidas para la rima ágil, llena de flow, que representaba la realidad urbana, vista con los ojos del hip-hop en “Tomen Distancia”. Con “Olvídalo”, originalmente cantado a dúo con Julieta Venegas, la gente enloqueció rapeando la letra, con un actuación soberbia de Ana Pau con los coros de estribillo. Aprovechando la presencia de Horvilleur, Dante cambió la letra del tema por un “Illya Kuryaki yo creo que vuelva”, generando la ovación, pero sólo quedaría en una insinuación, porque lamentablemente no hubo ni reunión, ni temas de Kuryaki. “H.M.P.” sirvió para que el cantante pueda despuntar el vicio de la guitarra, y así solear sobre la base de percusión., al mejor estilo Santana, mostrando que no sólo combina palabras a la velocidad de la luz, sino que también es un gran instrumentista.

Adrián Dárgelos de Babasónicos fue el único invitado que tuvo la noche, para interpretar “Cumpa”, una cumbia peruana y urbana, que le viene como anillo al dedo al cantante. Después de la vorágine en la lluvia de mensajes que salían por el micrófono, con verdades, historias nocturnas y realidades, se hizo una pausa con la  preciosa balada “Aleli”, dedicada a Gustavo Cerati, y cantada por Fito Páez en la versión original.

Si hay algo que tiene claro Dante, es qué cuerda tocar para que el público se ponga loco, por eso primero recordó el 4 a 1 de la Selección a Corea del Sur y después su fanatismo por Maradona, afirmando que los detractores van a tener que seguir el camino de Toti Pasman. Y lo remarcaba con este relato: “Les voy a contar una historia, al Diego lo conocí cuando fui a ver a Michael Jackson, y te juro loco estaba más emocionado por verlo a él que por ver a Michael”.

“Ponémela en la cara” una de las canciones de más alto voltaje, fue dedicada por Dante a la modelo Agustina Córdova, que estaba en la platea mirando el show, y no sabía dónde esconderse (no sabemos qué relación los une, pero esos es trabajo para Jorge Rial).

“El apagón” y “Cachivache” cerraron la primera etapa y prepararon a la gente para los bises. Ahí fue cuando Dante desató el “Mostro”, su nuevo corte de difusión y “Visión nocturna” para culminar la noche, dejando satisfechos a todos los raperos que se hicieron presentes.

Dante llenó La Trastienda de hip-hop, y con un flow criminal le auto-respondió a la letra de Olvídalo que dice: “algunos guachos siguen cuestionando mi talento, porque mi apellido, porque no lo merezco…”.