Fuerza anti-natural

Enmascarado y con traje negro, Gustavo Cerati salió al escenario a las 20:30hs. Arranco la noche con un primer segmento íntegramente dedicado a  su nuevo disco de estudio Fuerza natural. “Magia”, “Déja vu”, “Desastre”, “Rapto” una por una fue repasando las canciones de su nueva placa, acompañado por Richard Coleman y Gonzalo Córdoba en guitarras, Fernando Nalé en bajo, Leandro Fresco en teclados, Fernando Samalea en batería y Anita Alvarez de Toledo en coros.

Por momentos Cerati, cauteloso y frágil, invitaba a entrar en un viaje sonoro, donde las animaciones en las pantallas del escenario y las luces, en su mayoría de un azul intenso, se fusionaban en perfecta armonía con los arpegios de su guitarra y los sintetizadores de Fresco, generando una atmósfera casi espacial. Así se puedo apreciar a modo de cierre de esta primera parte una versión de  “He visto a Lucy” que duro un poco más de lo habitual y  dejo al público plácido y listo para la segunda parte del show.

Nuevamente en el escenario, ahora de punta en blanco, Cerati inició este nuevo segmento haciendo un repaso por su carrera solista. “Zona de promesas” en homenaje a Mercedes Sosa (1935-2009), fue la única canción de Soda Stereo que se escucho en toda la noche. “Pulsar” y “Te llevo para que me lleves” de Amor Amarillo, seguidas de “Marea de Venus”, de su disco junto a Daniel Melero, Colores Santos, fueran las elegidas para comenzar esta nueva parte, más potente y mucho más festejada por la audiencia. “Paseo inmoral” transformó al Club Ciudad en una gran disco, seguida de “Cosas imposibles” y su mega hit “Puente”.

Para el final, con acústica en mano, cerro con el único tema que había dejado pendiente de Fuerza Natural: “Numeral”. Pasivo, melancólico, siempre bajo su particular estilo para interpretar letras simples y transformarlas en encantadoras, Cerati se despidió con esta canción. “Uno está solo…y se entera” tarareaba mientras el público escuchaba atento los últimos acordes de la noche, después de dos horas y media de show. Fue el cierre musical que el 2009 se merecía.