Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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The Wailers

Como en casa

Cronista: Gentileza: Sebastián Barrera | Fotos: Gentileza: Leandro Ciaffone

16 de Septiembre, 2009

Como en casa

Habitués del país y siempre bien recibidos para mostrar la mejor versión de lo que una vez hizo Bob Marley.

Cuando tocan los Wailers, hay que reconocerlo, ya no se generan las mismas expectativas, gracias a las reiteradas visitas en estos últimos años en que el reggae se popularizó con una rapidez poco imaginable en décadas pasadas, donde todo quedaba libre para Sumo, Pericos y un par más que hacían ruido pero siempre alejados del mainstream, si es que esa es la palabra adecuada.

Promediando el 2009, sólo Aston Barrett permanece como el único Wailer original desde que el año pasado falleciera su hermano Carlton, baterista. Ambos constituían la base rítmica de The Wailers, el grupo que formaron hacia 1972 en Jamaica junto a las voces de Bob Marley, Peter Tosh y Bunny Wailer, herederos del trío armónico The Wailin' Wailers creado por estos tres artistas a inicios de los sesenta.

Al frente de toda la cuestión está Elan Atias, el norteamericano que sigue haciendo buena letra pese a reproches de no ser jamaiquino y un montón de estupideces más. Atias llega a todas las notas y por momentos es Marley y por otros no, aunque cante bárbaro, baile y le ponga actitud al asunto de estar en un lugar bastante complicado.

La realidad es que The Wailers volvió al país y logró llenar el Roxy de Colegiales con la excusa de festejar los treinta años de la salida de Exodus, ese disco de tapa tan fea pero con canciones geniales que salen hasta en la radio.

“Exodus”, “Natural Mystic”, “Three Little Birds”, la tarareadísima “One Love”, “I Shot The Sheriff’, bien arriba para bailar con todo y hasta un poco de “Health the World”, en honor a Michael Jackson. Todas juntas, todas festejadas por grandes y chicos que fumaban tranquilos y cantaban felices en un show de casi dos horas.

“Parece un boliche”, dijo un tranquilo al lado, justo cuando la cosa se calmaba para presentar el tema más fogonero en la historia de las playas argentinas desde que Muy Despacito agotó todos los tímpanos: “Redemption Song” comenzó acústica y le siguió la banda para después enganchar las alegres “Is this love”, “Positive love” y “Don’t worry be happy”.

Fue una noche pareja y sin muchas sorpresas, pero con un aire a nuevo ritual gracias a las veces que estos representantes del viejo reggae jamaiquino nos visitan para volver a sentir el cariño de un público con ganas de volver a escuchar buenas versiones de los mejores discos de Bob Marley.

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