Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Primal Fear

El metal es para siempre

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Gentileza: Leandro Ciaffone

08 de Agosto, 2009

El metal es para siempre

Primar Fear se presentó por segunda vez en Argentina, esta vez junto a Sinner en el marco de la gira de su nuevo álbum 16.6.

La crisis mundial existe no la podemos negar, pero también tenemos que ser capaces de ver la mitad del vaso lleno. La posibilidad de que dos bandas de la talla de Primal Fear y Sinner estén juntas, por el mismo precio, no es algo que se ve todos los días. Dos grupos cortados en sus inicios por la misma tijera, tanto en el estilo como por el origen, Alemania. Un país que ha engendrado muchos intérpretes metaleros y muchas historias casi míticas como la de Ralf Scheepers, actual cantante de Primal Fear. Que como según cuenta la leyenda, de joven ya hacía, tras bambalinas los coros para Helloween, como un miembro secreto. Kai Hansen al ver su potencial se lo llevó para armar su nuevo proyecto, Gamma Ray, sin olvidar que fue finalista en la selección para reemplazar a Rob Halford en Judas Priest. Un show con alguien que viene con semejante Curriculm Vitae, genera expectativas realmente altas.

Sábado frío en Buenos Aires. 8:15 y Sinner es el encargado de con su metal bien marcado por los 80’, preparar a la gente para el plato principal. Basándose en sus más de 20 años de carrera, Mat Sinner cantante y bajista, Henny Wolter en guitarra (ambos miembros también de Primal Fear),  Christof Leim en guitarra y Klaus Sperling en batería, repasan sus último disco “Crush and Burn”. Y aunque parezca raro la banda genera amores y odios entre la gente que va arribando al Teatro de Flores. El sonido es ajustado, casi perfecto y la energía consolidada por la experiencia se puede sentir. Pero su heavy metal más aferrado a las raíces de los años 80’ están un poco distante del power metal de Primal Fear, y eso genera algunos murmullos asilados. Al final de su show sorprendieron a todos con el cover del tema de Billy Idol “Rebel Yell” y cambiando el estribillo de uno de sus hits, reemplazado por “Buenos Aires Rock!”. Eximiendo a Sinner en lo musical, Mat cometió un pecado mortal: Abusar de los cliches del heavy, como pedir el grito de la gente y comparar cuan fuertes son con países como Colombia o México, por donde ya pasó su gira. Lo cual está bien si se hace una vez pero el exceso hace que el efecto se desvanezca y hasta se torne cargoso.

Después del aperitivo de Sinner, la mesa estaba servida para un banquete de metal. Henny Wolter irrumpió en el escenario con el riff de “Under the radar” mientras  Ralf Scheepers, en voz ,Magnus Karlsson, en guitarra Mat Sinner en bajo y Randy Black en batería, se acomodan junto a él. ”Batallions of hate” continuaba con un Ralf que empezaba a desplegar todo su registro vocal, pasando de los graves a sus ultra agudos con una asombrosa facilidad. Como en la apertura la banda siguió mostrando temas nuevos de su último disco “16-6”, y con una letra sobre la marginalidad hizo gritar a todos con “Killbourd”.

La intro super coreable de “Nuclear Fire” prendía fuego Flores, mientras pegado a “Angel in Black”, Randy Black interpretaba un solo en su enorme batería. Ralf toma posición bajo las luces, gesticula, interpreta cada letra como si fuese un actor y aprovecha entre tema y tema, para jugar con su voz con el público, al igual que Mat abusando un poco del recurso. “Sign of fear” suena y parece que la cuerdas vocales de Ralf van a estallar, en este tema al mejor estilo “Painkiller” de Judas Priest. El frenético tren musical hace una parada con la balada “Fighting the Darkness”. Wolter y  Karlsson quedan cara a cara, guitarra en mano y dispuestos a batirse en un duelo amistoso. Contrapunto, uno y otro recorren rock, blues, metal y música clásica en sus solos llenos de virtuosismo. Donde se juntan las morisquetas burlonas y los comentarios con el público sobre el solo ajeno. Resultado: empate y ovación.

Antes del poderosísimo y falso final con “Final Embrace” y “Metal is forever” el público dejó atónita a la banda con su ya registrado “Ole, ole, ole,ole” y como si estuviese preparado de antemano, Ralf con machete en mano cantó la primer estrofa del himno nacional y el estallido fue general.

El concierto debió haber terminado con “Metal is forever” su máximo hit. Pero la cosa continuó después de una larga espera y desorganización, con el tema acústico de su nueva placa “Hands of time”. El clima generado se había esfumado con la balada y la presentación de los músicos y de todo el personal de la gira. Un bajón que apenas pudieron arreglar con “Running in the Dust” y “Chainbreaker, ahora si como verdadero final”.

Sinner y Primal Fear pasaron con su sonido devastador por Argentina. Mat Sinner demostrando porque lleva más de 20 años en la escena metalera y Ralf subiendo cada día un poco más en el top 10 de los cantantes de heavy metal. Lastima que los dos como frontman abusen de los pequeños trucos con sus espectadores, que de tantos repetirlos pierden la magia.

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