Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Ivan Noble

¿Sapo de otro pozo?

Cronista: Sergio Visciglia | Fotos: Beto Landoni

02 de Diciembre, 2008

¿Sapo de otro pozo?

El pasado martes Iván Noble debutó en el Teatro Gran Rex y ante una buena concurrencia se despachó con un largo concierto que tuvo en las canciones de Los Caballeros de la Quema los momentos de mayor calidez.

Tal vez allá por el año 1990, cuando el por entonces ignoto grupo Los Caballeros de la Quema recién daba los primeros pasos por el Oeste del Gran Buenos Aires, el joven rockero Iván Noble nunca se imaginó que dieciocho años más tarde iba a estar presentándose un martes a la noche en el Teatro Gran Rex tomando vino espumante. ¿O quizás sí? Lo cierto es que lo cumplió, y acompañado por una gran cantidad de público que ocupó casi todas las butacas del recinto.

Minutos antes de las diez de la noche, se apagaron las luces y el sonido de una guitarra acústica comenzó a hacerse cada vez más cercano, y caminando apareció el ex líder caballero, solitario, para entonar “Preguntas equivocadas”, canción que da nombre a su primer álbum solista del año 2003. Al toque “La propina” y “El cangrejo”, ya con toda la banda, comenzaron a ponerle color y un poco de movimiento a la noche.

“Hace mucho que no sentía las cosquillas que siento hoy”, aseguraba contento y agradecido Iván Noble, siempre muy interactivo con el público, favorecido por esa magia del teatro que logra sutiles silencios que permiten expresarse individualmente a los presentes. Es así que una chica pidió una púa y se terminó yendo con un par de besos de regalo, otra directamente subió con una guitarra para que sea firmada, y muchos gritaron cosas, la mayoría de las cuales fueron respondidas por el ahora cantante melódico y popular, o algo por estilo (también algunos aprovecharon la volada para subirse de forma menos decorosa y cantar de prepo y sin sentido).

El cancionero iba sucediéndose tema a tema, con las logradas metáforas características que envuelven a una lírica que ya asomaba ciertos vestigios en los discos de Los Caballeros de la Quema. Y hablando de Roma, si tuviste un grupo con cierto éxito y ahora sos solista, no podés escaparle al pasado: “Otro jueves cobarde”, junto a Pablo Guerra (otro ex) sirvió para que todos se pongan de pie y no dejaran de cantar, como aclarando (por si quedaba alguna duda) lo que rezaba una bandera que reposaba en el sector pullman: “No te olvides de volver”.

Con bajo, batería, percusión, teclados, y dos, tres, cuatro, y en un momento hasta cinco guitarras, la banda se mostró muy afianzada y logró un sonido claro y prolijo durante toda la noche, destacándose la muy buena participación en varios temas de la armónica de Fabricio, así presentado por Iván.

Dos grandes temas muy tranquilos como “Fe de erratas” y “La mujer que le destrozaba las noches” (donde Noble se enorgullece de su frase “A muchas mujeres el diablo las carga y dios las descorcha”) funcionaron como un tandem en uno de los mejores momentos de la noche, que continuó con la presencia de Adriana Varela para cantar “Decime que anoche nunca existió”.

Siempre algún cover se asoma por ahí, y esta vez fue el turno de “Promesas sobre el bidet” de Charly García, momento que también sirvió para recordar con nostalgia viejas escuchas de vinilos en conjunto allá por los años ´80. Luego “Heroína” de Sumo y “Stand by me” de Ben King, también asomaron entre medio de canciones propias como “Dejás la cara y te vas” y “No cuentes conmigo” respectivamente.

Y ya que estamos con el pasado, otro hit caballero como “Fulanos de nadie” también se hizo presente, pero el momento de la noche sin dudas llegó con “Hasta estallar”, otra vez con Pablo Guerra y también con la gente del grupo Ella es tan Cargosa. Nadie quedó sentado a esa altura, cantando uno de los temas más queridos por el público del viejo grupo. Más tarde “Sapo de otro pozo”, y en los bises “Oxidado” continuaron con la nostalgia caballera, y también con alguna que otra butaca rota que habrá tenido que reponer rápidamente la gente del lugar. Un teatro que, por cierto, movió la fecha original del show, algo por lo que Noble se encargó de disculparse, pero aclarando que el que tenía que pedir disculpas en realidad era el dueño del lugar.

“Otro vaso y me voy”, con Super Ratones en coros y nuevamente Pablo Guerra en guitarra (que desde mitad del show ya era uno más de la banda), fue el tema elegido para el cierre de un show que duró casi tres horas. Larguísima lista para una noche de martes que seguramente quedará en la memoria del cantante para siempre.

Iván Noble llegó al Gran Rex con una sobria actuación, en un momento donde más se consolida su veta melódica, pero paradójicamente también parece estar queriéndose reconciliar con su pasado rockero.

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