Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Los Gardelitos

Parada Carlos Gardel

Cronista: Gentileza: Leandro Falcón | Fotos: Beto Landoni

04 de Octubre, 2008

Parada Carlos Gardel

Una vez más el trío de rock and roll under por excelencia llevó sus sonrisas brillosas y miradas ocultas al Teatro de Flores, en un festivo show para el recuerdo.

El sábado desde bien temprano se pudo disfrutar de la corta actuación de dos bandas emergentes e independientes: Viejo Empedrado y Ravioles. La primera, un octeto de amigos del colegio del barrio de San Telmo, viene de reventar El Teatrito y planean repetir la experiencia con canciones bien rockeras y otras no tanto. La segunda, llegó a las corridas luego de tocar en el Pepsi Music horas antes, y trajo un rock and roll un poco más eléctrico y vertiginoso.

Ya metidos en la noche, vestidos con trajes negros, zapatos lustrados y sombreros tangueros, Los Gardelitos salieron al escenario con “Gardeliando”, y así arrancaron una seguidilla de 25 temas, con escasos segundos de descanso entre canción y canción, bien al estilo aplanadora del rock. El trío del Bajo Flores mezcló en su licuadora musical blues, rock, algo de reggae, una chacarera y algunos estilos propios, resultados de mixturas lejanas.

La aguda y precisa guitarra cebra de Eli Suarez se acopló con suavidad y estilo a la base rítmica de Martín Ale y Horacio Ale, hijo y padre; bajo y batería respectivamente.

El trío, que vendió la rotisería familiar para poder encarar una carrera musical, deslumbró con un repaso de sus mejores temas, como “Anabel”, “Amando a mi guitarra”, “América del Sur” y “No Puedo Parar mi Moto”. Su música viaja entre la sátira al conformismo, la protesta social y el reconocimiento a la sensibilidad humana: temas como “Cobarde para Amar” reconocen valores que a muchos rockeros les daría vergüenza cantar.

Uno de los momentos políticamente más incorrectos de la noche vino en “Hay que enterrarlos vivos”, cuando en el intermedio del tema Eli pregunta irónicamente sobre “homosexuales, drogadictos, comunistas y negros de mierda, hay que enterrarlos a todos ¿Me entienden soldados?”, y el público, efusivo, sigue el chiste contestando “¡Sí, mi general!”.

En la celebración de la familia gardeliana no faltó el culto a los dogmas del rock and roll del aguante: drogas y alcohol, buenos; policía y autoridades, malas. Y siguiendo la línea del denominado rock barrial, hicieron mención a los distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, como si el resto de los estilos no vinieran de los mismos barrios.

Como perlita sonó un tema de “Oxígeno”, el inminente disco que estará disponible a partir del 17 de octubre; y que tendrá su presentación por todo el país: el 1/11 en Mendoza, el 15/11 en Córdoba, el 28/11 en Mar del Plata y el 13/12 en Buenos Aires.

Misión cumplida para Los Gardelitos, que inundaron de rock sudaka el Teatro de Flores en un fogoso ritual sonoro.

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