Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Quilmes Rock

Ciudad Medicada

Cronista: Gentileza: Javier Yunes | Fotos: Beto Landoni

01 de Abril, 2007

Ciudad Medicada

En el marco del Quilmes Rock 2007, la banda dejó en claro que su visita era específicamente para presentar su quinto disco. Con melodías emotivas y algunas estridencias, Placebo ofreció un recital muy prolijo

La noche atrapaba los primeros minutos de las 9 de la noche y el público ya se impacientaba por la presencia de Brian Molko (guitarra y voz) y sus compañeros, Stefan Olsdal (bajo, guitarra y coros) y Steve Hewitt (bateria).Sin embargo las 7.000 personas que llegaron al club Ciudad de Buenos Aires se arrimaban de manera pausada al escenario que minutos antes había servido para albergar el corto show de los ex Santos Inocentes de Bonsur.

El pasivo Hewitt fue el primero en pisar las maderas del Quilmes Rock 2007, más allá de los músicos que acompañan a Placebo en escena desde hace varios años y que ayudan a crear la atmósfera de esos temas tan explosivos a veces y otras tan adormecidos. Los aplausos fueron intensificándose con la salida a escena de Stefan Olsdal para terminar de estallar en la cara de Brian Molko que con esa voz que lo caracteriza, entre nasal y estirada, escupía los versos de Infra-red, segundo tema de Meds, último album de la banda, mientras por detrás una tira de leads bailaba en las pantallas.

La banda se encargó de dejar bien en claro que su visita era específicamente para presentar su quinto disco al interpretar cuatro temas seguidos sin ningún palabrerío en el medio. Meds fue muy bien recibida por el público como así también las tres restantes: Because I want you, Drag, Space monkey, las cuales fueron levemente versionadas con una frescura que muchas bandas pierden con el tiempo al querer sonar como el disco.

Slepping with ghosts rompió la cadena de los medicamentos para encabezar una secuencia de hits intercalados. Molko canta acerca de las almas gemelas mientras Steve Hewitt envuelve al resto en un ritmo variado, entrecortado y reluciente que lleva la canción a una versión mucho más poderosa pero igual de conmovedora que la del disco homónimo.

Luego de volver atrás en el tiempo con I Know, del primer disco, y de repasar los temas mas lentos del reciente, llegó Every you, every me, para la explosión masiva de las 7.000 relajadas almas que perseguían las vueltas de las estrellas. Luego llegó With out you I’m nothing, donde las nubes soltaron algunas gotas que a través de las luces azules parecían disfrazarse de pequeños capullos de nieve creando una atmósfera inigualable.

Al final la banda se encargó de terminar el show con una selección de sus obras anteriores: Bionic del primogénito Placebo; Special K, de Black market music; y The bitter end, de Sleeping with ghosts, para darse el gusto de interpretar un cover de Kate Bush (Running up that hill) y cerrar con Twenty years, una canción que apareció en el compilado Once more with feeling, con una energía que se generó entre Molko y Olsdal en una estridencia de guitarras y luces.

Así pasó la segunda visita de Placebo a nuestro país, mucho más precisa y redonda que la de hace un par de años en el Luna Park aunque aquella quede en la memoria de todos debido a que sonaron todos los hits que se esperaban. Entre melodías emotivas, algunas estridencias y las imágenes que acompañaban a cada canción, Placebo ofreció en casi dos horas un recital muy prolijo.

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