Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Cosquin Rock

Tres al hilo

Cronista: Gentileza: Christian Alliana | Fotos: Gentileza: Prensa

11 de Febrero, 2007

Tres al hilo

Córdoba nuevamente disfrutó de tres noches a puro rock. Gente de todos los puntos del país y también del exterior se acercó para poder ver a muchas de sus bandas preferidas. La incertidumbre sobre si el año que viene los cordobeses volverán a contar con su ya tradicional festival, hace que el sabor de este encuentro rockero sea un tanto más especial que otras veces. Por eso, El Bondi te trae un resumen de este clásico veraniego.

Día 1

El primer día comenzó complicado debido a la lluvia. Las inclemencias climáticas obligaron a retrasar los shows aunque eso no ahuyentó a la gente que esperó pacientemente.

El escenario temático se vistió de cuero y tachas y tuvo a los más importantes exponentes del heavy nacional. Allí se presentaron Tren Loco, Logos, Horcas y la nueva banda de Andrés Giménez, D-Mente. Para el cierre quedaron dos pesos pesados como Ratos de Porao (Brasil) y Almafuerte. Esta vez Ricardo Iorio guardó su artillería para otro momento y no se despachó con ninguna frase ofensiva.

El escenario principal presentó una heterogeneidad de bandas. Desde el reggae de Andrew Tosh (homenajeando a su padre Peter) y Los Cafres hasta el rock de Mancha de Rolando y La 25, pasando por el metal clásico de Rata Blanca.

Una curiosa disputa se dio entre la banda de Guillermo Bonetto y la de Manuel Quieto por el lugar que ocuparía cada una en la grilla. Si bien La Mancha debió haber subido antes que Los Cafres, los roles se invirtieron y el reggae sonó primero. No existieron muchas explicaciones con respecto al enroque pero aparentemente fue una egocéntrica lucha de cartel.

La primer perlita de la noche se dio en el show de Carajo cuando tocaron “Smells like a teen spirit” de Nirvana. Un rato más tarde Marcelo Corvalán volvería a subir para protagonizar la segunda perlita al prestar su voz para, junto al “Negro” Quieto, cantar “Cabrón”. Una interesante versión ya que Corvata le imprimió un toque de hip hop al conocido hit.

Pero lo mejor del día llegaría con la presencia de la banda más esperada, Las Pelotas, quienes brindaron un show impecable, con una lista de temas que mezcló clásicos como “Shine”, “Bombachitas rosas” y “Sin Hilo” con algunos adelantos de su nuevo trabajo “Basta”. Sin dudas, la banda de Sokol está en su mejor momento y lo confirma recital tras recital.

 

Dia 2

El segundo día encontró a la gente de Estelares brindando un gran recital en el escenario “Agencia Córdoba Turismo”. El pop cancionero halló en la banda platense a uno de sus mejores exponentes.

El reggae se apoderó del escenario temático y por ahí pasaron Fidel Nadal, Riddim, Resistencia Suburbana y los cada vez más reconocidos, Dancing Mood que hicieron mover a más de uno.

En el escenario principal, Las Pastillas del Abuelo se encargaron de sacudir la modorra cordobesa y demostrar por qué están catalogados por la prensa como “la” banda que se viene. Cuando llegó el turno de Dos Minutos, el punk ganó la escena y los clásicos de los de Valentín Alsina provocaron numerosos pogos junto al cantito popular impulsado por Mosca: “El que no salta es un stone”.

Luego llegó el turno de una banda festivalera por excelencia como Kapanga que al ritmo de su rock cuartetetero, fueron de lo mejor de la noche. Sobresalieron los clásicos de siempre como “El Mono Relojero” y “Ramón” y sorprendieron con “I don´t feel like dancing” de Scissors Sisters. Demostrando la buena onda entre bandas, Walter Meza de Horcas se hizo presente para cantar, como siempre que se juntan, “Angus Young”.

Después de la banda quilmeña, Attaque 77 se hizo presente para hacer un show sin demasiadas sorpresas y con una lista de temas muy habitual en sus últimas presentaciones. Apenas tocaron temas de su reciente EP Pirotecnia Autorizada (2006) pero no adelantaron nada de su próximo material pronto a salir.

Sin dudas el conjunto de Pity Alvarez era el más esperado de la noche y cuando salieron a escena no defraudaron. A caballito de sus canciones calamarescas y de su rocanrol barrial, Intoxicados brindó un buen show en donde por primera vez en mucho tiempo, no abundaron las desviaciones y los temas fueron completados en su totalidad. Se notó cierta mejoría en la salud de Pity y su verborragia estuvo más contenida que otras veces. Gran momento fue cuando el joven violero Felipe Barroso se dirigió en soledad hacia la pasarela y punteó “Un beso y una flor”, de Nino Bravo.

Para el final del día quedaba Babasónicos quienes se presentaron ante un público más reducido ya que, luego del show del ex cantante de Viejas Locas,  mucha gente optó por irse. No obstante esto, la banda de Dárgelos se las ingenió como siempre para sonar prolija y aportar un poco de glamour y sensualidad en la noche coscoína. Así fue que sonaron los hits ultra radiales como “Irresponsables”, “Y qué?” y “Carismático”. En “Deléctrico” se dio una gran sorpresa cuando subió el “Mono” de Kapanga.

La segunda noche del festival concluía así en tranquilidad y con mucho pop rock en el aire.

 

Día 3

El tercer día del Cosquín Rock era el más esperado por varias razones. La presencia de Callejeros no pasaba desapercibida y desde que comenzó la jornada la expectativa era inmensa.

De principio a fin, se sabía que ese día era puramente rockero, con algunos matices, pero rockero al fin. En San Roque se congregaban casi todas las bandas representantes del despectivamente llamado “Rock chabón.”

Por el escenario secundario desfilaron desde bandas que la vienen peleando hace tiempo como Lovorne y La Covacha hasta veteranos batalladores del rock argento como Saúl Blanch y Vitico. También hubo espacio para la gente del interior como La 66.

Pero la atención se ubicaba en el escenario central. Los primeros en subir a las tablas fueron los locales de Los Caligaris para después dejar paso al blusero argentino por excelencia, Miguel Botafogo. En su set se vio una buena dosis de blues y una mención especial de parte de las Naciones Unidas por su aporte a la paz. Una “escopetarra” le fue obsequiada al ex Durazno de Gala quien agradeció el presente y se comprometió a disparar sólo música.

Los chicos de El Bordo fueron los siguientes en subir y con su rocandombe, los ex alumnos del Colegio Carlos Pellegrini, deleitaron al numeroso público que los había ido a ver. En este segmento, llegó la primera emoción cuando improvisadamente subió a escena, Pato Fontanet, para cantar junto a Ale Kurz, el clásico bordolino, “Los Perdidos”.

Ahora sí, la atención estaba solamente puesta en la banda de Villa Celina, que con un retraso de media hora, se hizo presente en el escenario para arrancar su show con “Daños”. Un detalle que llamó la atención es que esta vez, a diferencia de los recitales en Córdoba y La Rioja, pudieron contar con escenografía propia.

El show siguió con “Parte Menor”, “Imposible” y “Sonando” y se podía observar a la banda más suelta. El hecho de que compartieran escenario con bandas amigas, ayudó mucho a que esto fuera así. Y si de amigos hablamos, Eli Suarez sumó su viola para “Una nueva noche fria” y la gente estalló. A partir de ese momento, todo fue emoción y mucho empuje. Los vientos de Dancing Mood dieron una mano para temas como “9 de Julio” y “Prohibido”. En total fueron 16 temas que repasaron todos sus discos.

Una vez concluido el show de Callejeros, todo lo que vino después fue casi anecdótico aunque hubo puntos altos. La autodenominada “banda de los barrios”, Jóvenes Pordioseros, fue la encargada de continuar la fiesta y a base de rocanrol stone argento, entretuvieron al público y dejaron para el final una curiosidad: el cover de “Espadas y serpientes” de Attaque 77. Un hallazgo interesante.

Al término de la banda de Toti Iglesias, los Ratones Paranoicos subieron para dar rienda suelta a una lista de temas que incluyó un hit tras otro. Contaron con varios invitados como Junior de La 25 para “Ya morí”, Luciano Nappolitano para “Tren de las 16” y otra vez Toti para “Vicio”. Cabe destacar que los de Devoto tocaron con instrumentos prestados ya que debido a un retraso en la ruta con la camioneta que traía sus equipos, éstos jamás llegaron a horario.

Ahora sí llegaría el final del día y del festival con la presencia de Los Gardelitos. Eli Suarez (guitarra y voz), Martin Ale (bajo y voz) y Horacio Ale (batería) entregaron una buena dosis de ese rock arrabalero que sólo ellos saben hacer. La “Introducción gardeliana” daría la bienvenida para continuar con la historia de “Anabel” y de “Los chicos de la esquina”. Una tras otra se iban sucediendo las creaciones del malogrado Korneta Suarez que para “Los Querandíes” tuvieron la ayuda del histórico Rubén Patagonia.

Durante su show, Pato Fontanet ya había dicho que subiría para el show gardeliano y así fue que se hizo presente para entonar “Nadie cree en mi canción”. Un estribillo que en la boca del polémico cantante callejero fue bastante sugestivo (“Es que nadie cree en mi canción, es que nadie espera nada de mi”). Luego de este momento, el recital siguió su curso por un par de temas más.

El gran “finale” que había anunciado la producción se produjo cuando se juntaron en escena, integrantes de El Bordo, La Covacha, Jóvenes Pordioseros, Callejeros y Los Gardelitos para juntos hacer “Vicioso, jugador y mujeriego”. Sin dudas esta reunión “cumbre” fue un claro mensaje para toda la comunidad, sobre todo para la comunidad rockera que actualmente parece estar dividida entre “históricos” y “novatos”.


Se terminó una nueva edición del festival más importante del país. A lo largo de tres noches más de 70.000 personas disfrutaron de lo más variado del rock nacional. Con grandes ausencias pero también con importantes presencias, el Cosquín Rock 2007 cerró con un saldo muy positivo.

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