El recuerdo de Los Rodríguez estuvo presente

Andrés Calamaro hasta hace poco tiempo era una estrella de rock con adicciones confusas. Pero bastaron sólo un par de años para que esas inseguridades personales lo conviertan, hoy, en el solista de mayor renombre en Argentina. Desde su “vuelta”, AC no paró de componer y editar discos de destacada crítica (“El Regreso”, “El Cantante” y los recientes “Tinta Roja” y “El palacio de las flores” dan fe). Y hasta se dio el lujo de que el Indio Solari lo agasaje con una excelente versión de El Salmón.

Pero todo quedó de lado para el cantante, y simplemente quiso cerrar el 2006 con un amigo. Es por esto que Calamaro se reunió con su viejo compañero de Los Rodríguez, Ariel Roth, y realizó un show increíble para alrededor de 25 mil personas en el club Ciudad de Buenos Aires (Obras Outdoor).

Los Tipitos sirvieron de teloneros y miles de personas intentaron saltar con algunos de sus temas, pero la previa les quedó bastante grande. Todos esperaban verlo a él, y no hubo brujería, ni campanas en la noche, ni camaleón que ayude para desconcentrar a los presentes de la idea de que en minutos más, AC y Roth estarían arriba de un escenario luego de varios años de distancia intravenosa.

Cuando El Salmón salió a escena nadie se quería perder la instantánea: “Canal 69” deshojó los primeros síntomas de melancolía. El público que presenció el reencuentro de dos viejos amigos pudo disfrutar y vibrar con temas como “Me Arde” y “Sin documentos”, pero sin lugar a dudas las dos mejores versiones de la noche estuvieron a cargo del sorpresivo “Elvis está vivo” y “Días Distintos”, donde los protagonistas presenciaron el agite Rodríguez

Andrés combina en sus letras sentimientos de una vida sin límites y fracasos constantes en el amor. Detalles que Roth vivió desde el exilio antes de unirse, como guitarrista, al Andrés solista versión 89. Lo que sigue, es sabido: palabras más, palabras menos dieron lugar a una de las súper bandas más populares de la Argentina y España.

Al separarse la banda el único que continúo con el éxito en su carrera fue El Salmón. Ariel tuvo sus buenos momentos (“Lo siento Frank” y “Ahora piden tu cabeza” son fieles exponentes de un cantautor de calidad) pero el recital pareció quedarle grande. Cuando cantó sus propios temas (“Baile de ilusiones” y “Ahora piden tu cabeza”) demostró ser un excelente músico con mucha trayectoria,  pero también quedó claro que la estrella, pese a que el show era presentado a la par, era Andrés. Por ende, los nervios lo dejaron en un segundo lugar.

Pasaron las horas y la buena música no paró, aunque el cantante anunció que el final se aproximaba. Con “Flaca” y “Paloma”, canciones aún más emotivas en vivo, las mujeres se subieron en cuantos hombros encontraron y luego de esta seguidilla de temas clásicos de Andrés se cerró la primera presentación del dúo en Obras. La segunda estaba cerca y la nostalgia también.